Tres menores de edad fallecieron anoche en un incendio que se produjo en el barrio Frontera de Chinchiná, según el reporte de la Unidad Departamental de Gestión del Riesgo (Udeger).

Ángelin Marian Grisales Guzmán, de 2 años, sus hermanos Andrés David Grisales Guzmán, de 6 años, y Stiven Grisales Guzmán, de 9 años, son los niños que fallecieron.

Su mamá, Lizet Guzmán González, de 27 años, sufrió quemaduras de segundo grado y se encuentra hospitalizada.

En la casa de la Costeña estaban anoche haciendo la comida, pese a la falta de energía eléctrica. Las personas que vivían allí disfrutaban del momento a la luz de una vela, pues según sus vecinos, les habían cortado el servicio por falta de pago.

Horas más tarde se pasó de la unión familiar a la tristeza. En esa vivienda, situada en el sector El Hueco, del barrio La Frontera, de Chinchiná, se habría iniciado un voraz incendio que consumió 19 casas y dejó en la calle a 25 familias. Lo más triste, acabó con la vida de tres menores de edad, de la casa de la Costeña, según la vecina Fanny Sierra. Hasta el cierre de esta edición no estaban identificados.

Hora y media

El incendio arrancó a las 9:30 de la noche y duró hora y media. En El Hueco, a unos 700 metros de la vía de acceso a Chinchiná, todo era desesperación. Decenas de vecinos se ubicaron a lado y lado, sentados en los andenes, corriendo como locos y ayudando a sus conocidos. El olor a quemado predominaba a eso de las 11:00 de la noche. La oscuridad reinaba en el sitio de la tragedia, pese a la luna llena. Los murmullos de los curiosos se mezclaban con el ruido de los pasos apresurados que pisaban las hojas de zinc que algunos rescataron de los escombros.

"Se quedaron sin nada", repetían algunos. "Hay tres menores muertos", aseguraban otros, pero las autoridades no lo confirmaban. Solo lo hicieron a las 11:20 de la noche. "Me da mucho pesar de doña Claudia. Vivía en otra cuadra, se pasó para este sector y se quedó en la calle", dijo una mujer, que prefirió irse ligero porque su suegra estaba muy nerviosa con lo que pasaba.

Sin agua

Algunos se quejaron por la supuesta demora de Bomberos de Chinchiná y porque se les acabó el agua, lo que los obligó a pedir apoyo de Manizales y Villamaría, con ocho vehículos y al menos 50 unidades.

El capitán Germán Jaramillo explicó que no se ha definido qué originó la conflagración. "Estábamos pegados de un hidrante que hay en la plazoleta del barrio. Nos surtíamos bien. Según los técnicos de Corpocaldas, la presión bajó porque la comunidad, en el afán de ayudar a sus vecinos, rompió tubos y por eso mermó el agua. Alpina y Cenicafé nos ayudaron a surtir los vehículos".

Los niños

Una mujer le gritó a un uniformado que subiera rápido, que dos personas se agarraron a machete. La situación no pasó a mayores. Otra señora recordó que a las 9:30 escuchó una algarabía y pensó que habían matado alguien, pero cuando acudió al lugar vio que era algo peor.

Por el sitio merodeaban niños, con bolsos escolares a sus espaldas. A uno, que quiso ayudar a arrojar baldados de agua dentro de una casa destruida y con pedazos de pared aún calientes, lo regañó la Policía. Por momentos, algunos escombros intentaron incendiarse de nuevo y entre uniformados y habitantes de La Frontera se ayudaron pasándose vasijas llenas de agua.

En la plazoleta también había corrillo. Allí se habló de una cuarta víctima, pero al final se descartó. Carlos Guaneme, director (e) de la Unidad Departamental de Gestión del Riesgo, manifestó que a cuatro personas las atendieron en el Hospital San Marcos: una por quemaduras y tres por inhalación. Esperamos el consolidado final para gestionar la asistencia humanitaria", manifestó.

El alcalde, Sergio López, no se refirió ni a datos de la tragedia ni a las ayudas que se brindarán, porque el incendio apenas se había controlado. Ayer, a la mente de los chinchinenses retornó el recuerdo de una incendio, hace 15 años, que acabó con 247 viviendas en el barrio Nuevo Horizonte. Esperan que situaciones como esa y la de anoche, no se repitan, menos con pérdidas de vidas.

Tragedias

Las tragedias en Caldas se han ensañado con los menores de edad. A los tres niños fallecidos anoche se suman Estefanía Sierra, de 5 años, y las mellizas Salomé y Valentina López Castañeda, de 4 años, que murieron el pasado 19 de enero, en Neira, sepultadas por un derrumbe.