Ante un juez de control de garantías del Centro de Servicio Judiciales de Bucaramanga fue presentado el venezolano Nelson José Acurero Pérez, de 20 años, acusado de haber apuñalado en el cuello a José Manuel Alarcón López, más conocido como Mamelín, quien le daba de comer a los extranjeros del vecino país.

La diligencia judicial inició sobre las 6:00 de la noche, con la audiencia de legalización de captura, la cual fue avalada por el juez sin ningún contratiempo. Minutos después, la Fiscalía le imputó cargos por el delito de homicidio agravado en grado de tentativa al joven inmigrante, oriundo de la ciudad de Coro, Venezuela, y quien hace menos de dos meses llegó a la capital santandereana.

Tras varios alegatos, el juez le dictó medida de aseguramiento intramural al señalado.

El ataque

Como se recordará, la agresión que generó repudio entre ciudadanos bumangueses sucedió sobre las 6:30 de la noche del pasado miércoles, en momentos en que Alarcón López, de 45 años, como era habitual, se encontraba adelantado una labor humanitaria repartiendo alimentos a la población inmigrante que reside en el Parque García Rovira del centro de Bucaramanga.

De acuerdo con el relato que la víctima le suministró a la Fiscalía, el señalado intentó colarse en la fila argumentando que tenía hambre porque llevaba dos días sin comer, pero el bumangués le recriminó por hacerlo y lo empujó.

En respuesta, el joven desenfundó un arma blanca y se la clavó en el cuello. No contento con esto, el venezolano aprovechó que su oponente se cayó y le ocasionó otra herida en la rodilla.

En medio del caos, algunos inmigrantes agredieron al presunto responsable. Al lugar arribó la Policía y posteriormente lo capturó.

Entre tanto, Mamelín, fue llevado al área de urgencias del Hospital Universitario de Santander, HUS, en donde fue intervenido quirúrgicamente y se encontraba fuera de peligro.

Agresor

Ante las acusaciones, el presunto agresor dijo que la víctima lo agredió primero a él en medio de un desorden que se formó al momento de repartir la comida. 

“La gente estaba empezando a alborotarse y se metieron en la fila. Ahí llegó el señor a ponerle orden y caerle a golpes a todo el mundo porque se estaban robando el jugo. Me agarró a mí a puños, entonces me llené de rabia y tuve que responderle con una patada, luego lo insulté y le dije que me dejara quieto porque yo soy calmado, pero si se meten conmigo a las malas, a las malas voy. Me fui para un lugar y de la misma rabia me dejé llevar y pasó lo que pasó”, alegó el venezolano.