Es cierto que la Corte Constitucional en varias ocasiones ha tramitado objeciones por inconveniencia y muchas personas ni se habían enterado, prueba de ello es que cuando el señor presidente Iván Duque Márquez presentó las objeciones contra seis artículos de la Ley Estatutaria de la Jurisdicción Especial para la Paz -JEP-, con el fin de corregir sanamente algunos detalles de la misma, los medios de comunicación tuvieron que salir a decir cuántas veces se había hecho este proceso en el Tribunal Constitucional.
Aunque paulatinamente se fue dilucidando en los mismos medios de comunicación la diferencia entre objeciones por inconstitucionalidad y objeciones por inconveniencia, se esperaba que la Corte Constitucional, al decidir definitivamente sobre las mismas, marcara pautas para su comprensión, pero decidió irse por entre las ramas y fundamentarse en el estudio previo de la votación que días atrás tuvo lugar en el Congreso de la República, para concluir que los 110 votos de la Cámara de Representantes y los 47 del Senado fueron suficientes para determinar el futuro de la propuesta presidencial. Es decir, para hundirlas.
Recién que el presidente Duque presentó las objeciones al Congreso le leí al doctor Luis Arturo Melo Díaz un ejemplo muy didáctico para entenderlas, lástima que fue en redes sociales y no tomé apunte.
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Hoy, a las 04:00 p.m. se posesiona en la Academia Colombiana de Historia como Miembro Correspondiente el doctor Luis Eduardo Páez García, actual presidente de la Academia de Historia de Ocaña. Su padre, el historiador Luis Eduardo Páez Courvel, también fue Miembro de dicha corporación.
Me regocija esta exaltación y es un reconocimiento merecido a quien ha luchado denodadamente por recuperar y mantener vigente la historia de la provincia de Ocaña, sus tradiciones, su forma peculiar de hablar con palabras que nos llegaron de España para quedarse y que no se repiten en otros lugares de Colombia. Felicitaciones al nuevo recipiendario.
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Lamentablemente de la alegría pasamos a la tristeza. El pasado sábado recibí la noticia que el amigo Jaime Contreras Valero había traspasado la línea del horizonte. Inmediatamente vino a mi memoria una amistad de tantos años que empezó en la Academia de Historia de Norte de Santander y en la Sociedad Bolivariana. Recuerdo a Jaime como una persona de bien, sincera y disciplinada en el estudio y el trabajo. Jaime perteneció a la Asociación Colombiana de Redactores Deportivos -Acord-, donde era popularmente conocido como Jaime “de los Santos” Contreras Valero. Sus amigos lo acompañamos en las honras fúnebres el pasado domingo en la iglesia María Auxiliadora.
