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Coincidencias y reversazo elegante
Qué contraste con lo sucedido en el Reino Unido y la propuesta de retiro o pertenencia a la Unión Europea -UE-.
Lunes, 8 de Enero de 2018

El gobierno nacional convocó a los colombianos en plebiscito el 2 de octubre de 2016, donde puso a su consideración los Acuerdos de La Habana, llevándose la sorpresa que fue derrotado en las urnas por una coalición de partidos y movimientos políticos que, en términos generales, estaban de acuerdo con el proceso de negociación con los insurrectos pero no con la forma como el gobierno negoció, porque, como se reveló más tarde en la implementación, el gobierno mintió porque cedió más de lo que comunicó a sus gobernados.

Esa derrota electoral -del presidente Juan Manuel Santos o del gobierno nacional, no sé- provocó tres cosas: que el presidente Santos se viera obligado a reconocerla a regañadientes, incrementara su ira contra sus opositores y se viera obligado a llamarlos para “negociar” los puntos que objetaban de tiempo atrás, que al final fue algo “cosmético”.

En otras democracias occidentales, mucho más arraigadas y no tan folclóricas como las de nuestro hemisferio, tamaña derrota electoral provocaría la caída de su organizador y portaestandarte, pero en nuestro medio parece que los gobernantes salen fortalecidos y azuzan a su gabinete y asesores para buscar la mejor manera de “amarrar conejo”.

Qué contraste con lo sucedido en el Reino Unido y la propuesta de retiro o pertenencia a la Unión Europea -UE-, la cual fue sometida a referéndum el 23 de junio de 2016, resultando victoriosa la propuesta de salir inmediatamente de esa unión política y económica formada por varios Estados europeos, para arrepentirse poco tiempo después. El primer ministro David Cameron, un gobernante que parece le gustaba desafiar al constituyente primario, pues antes lo había hecho con el referéndum para la independencia de Escocia, tuvo que abandonar su cargo.

Ahora se conoce una propuesta muy elegante del ex primer ministro británico Tony Blair, en el sentido que como ahora son claras las consecuencias del Brexit, como bajo crecimiento económico, desmejoramiento del nivel de vida y aumento del desempleo, “lo primero que hay que conseguir no es revocar la decisión, sino reivindicar el derecho a cambiar de opinión cuando conozcamos los términos de la nueva relación (con la UE)”.

De todas maneras, con la experiencia que tenemos los colombianos, “cambiar de opinión” no puede ser por otro medio diferente al referéndum, para que la señora Theresa May, actual primera ministra del Reino Unido, no tenga los tropiezos santistas y la acusen de “amarrar conejo”.

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