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Contrastes de principio de año
Esta euforia de los mercados se ha extendido a gran parte de las Bolsas de todo el mundo.
Sábado, 6 de Enero de 2018

Desde que se conoció el triunfo de Donald Trump en noviembre de 2016, la Bolsa de valores de Nueva York ha registrado un crecimiento continuo, primero por el anunciado apoyo durante su campaña presidencial a la industria y a la actividad empresarial y luego por la reforma fiscal recién aprobada por el Congreso que representará una considerable baja de impuestos para las empresas y herederos de fortunas. A estos generadores de optimismo hay que agregarle la anunciada subida de la tasa de interés por parte de la Fed, el incremento  del precio internacional del petróleo y los conocidos resultados del tercer trimestre del año pasado con beneficios por encima de lo esperado.

En solo un año el índice industrial Dow Jones, creado en 1896 y que agrupa a 30 de las principales empresas de Estados Unidos, ha crecido un 25 por ciento, al pasar de un registro de 20.000 en enero de 2017 a un máximo histórico de 25.075 el pasado jueves 4. Entre las 30 empresas del grupo selectivo de este índice bursátil, la General Motor es la única de las fundadoras que ha permanecido durante estos 122 años de historia.

Parece ser que esta euforia de los mercados se ha extendido a gran parte de las Bolsas de todo el mundo, empujándolas hacia niveles históricos, pues este jueves el índice Nikkei del Japón, registró un crecimiento de 3.25 por ciento, el mayor cierre en 26 años.

Pero mientras las pantallas de las bolsas de valores atraen las miradas de los inversionistas de todo el mundo y el presidente Trump manifiesta su satisfacción, la ola de frio polar que golpea a gran parte del territorio estadounidense genera pánico en la población por los estragos registrados y el anuncio del empeoramiento del clima con la llegada del ciclón bomba, tormenta equiparable a un huracán invernal. 

Según los informes de los diferentes medios hasta el jueves se habían registrado 15 muertes y miles de vuelos se habían cancelado o aplazado. Además, se podía ver el grave panorama por la falta de electricidad, los techos destruidos y los árboles derribados por el fuerte viento, así como los trancones en diferentes vías por el volumen de nieve.

Sin lugar a dudas esta tormenta invernal es una de las más poderosas en la historia moderna de Estados Unidos. Se espera que en la semana entrante el panorama mejore. 

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