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Detalles del balotaje
Quien la sacó del estadio fue el candidato Gustavo Petro al cambiar su programa de gobierno.
Martes, 19 de Junio de 2018

Con el triunfo del Iván Duque en la pasada contienda electoral Colombia queda en manos de una persona que tiene todas las condiciones para comandar la “nave del Estado”, como decían los centenaristas. 

Con su juventud y preparación académica el Presidente electo les demuestra a los jóvenes estudiantes que hay que ir a la universidad a estudiar intensamente, como si tuvieran en mente ser clase dirigente bien estructurada, así la vida les depare otros destinos. En las facultades de Derecho, por ejemplo, se advierte fácilmente que muchos estudiantes quieren conocer solamente los códigos y obviar las materias de formación humanística, que son las que dan fortaleza dialéctica.

Ahora bien, si de detalles en el balotaje se trata, quien la sacó del estadio fue el candidato Gustavo Petro al cambiar su programa de gobierno, lo cual hacía a medida que lo iba exponiendo y recibía el rechazo general. Así sucedió con su programa de expropiaciones, por ejemplo.  

Petro jugaba con la teoría duguista de la función social de la propiedad que a Colombia importó el socialdemócrata Alfonso López Pumarejo en su primer gobierno; su sucesor -Eduardo Santos- le aplicó su política de “la pausa” y López Pumarejo, en su segunda administración, cedió ante tantas presiones de la oposición. Función social de la propiedad no es sinónimo de expropiación.
 
La teoría de Duguit busca crear condiciones propicias para un mayor acceso inmobiliario para sectores vulnerables. No es fácil y su aplicación ha tenido éxitos y fracasos en otros países. Pero sí valdría la pena que el nuevo gobierno retomara con tacto y prudencia este tema, teniendo en cuenta que la función social de la propiedad busca regularla y no atentar contra ella, como también valdría la pena una  relectura de las conferencias pertinentes de Darío Echandía -artífice de la reforma constitucional de 1936- y del libro “Las transformaciones generales del derecho privado desde el Código de Napoleón”, de León Duguit, que hoy, a 90 años de su muerte, ha sido reeditado.
 
Otro detalle de estos 20 días de campaña para la segunda vuelta fue la agresividad verbal de los seguidores del candidato Gustavo Petro, que prácticamente nos retrocedió a la época de la violencia política en Colombia, cuando hermanos se peleaban y familias se desintegraban. Lo bueno fue que en el interregno entre la primera y segunda vuelta el propio candidato de la Colombia Humana le bajó el tono a su discurso provocativo, pero muchos de sus adherentes no entendieron el mensaje estratégico de su portaestandarte. 
 
Finalmente, la oposición fue incansable con el nuevo mandatario de los colombianos al enrostrarle que no tenía ninguna experiencia en cargos públicos y administrativos. Una pregunta ingenua o de sentido común: ¿Con excepción de los reelegidos -que son pocos- cuál presidente de la República ha llegado con experiencia en el ejercicio de funciones presidenciales? Ante algunos cuestionamientos el presidente Guillermo León Valencia le respondió al diario El Tiempo que no tenía mucha experiencia pero estaba rodeado de los mejores asesores.

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