Bastó que se acercara la fecha de inscripción de candidatos a Senado y Cámara de Representantes -11 de diciembre de 2017- para que se activara el cotarro político y por todos los medios se recibieran invitaciones de los candidatos y partidos políticos para acompañar en el acto de inscripción.
Los dos o tres días previos a la citada fecha fueron muy movidos en actividad política. Primero fue el consejo del columnista Daniel Coronel a Gustavo Petro, en el sentido que “su presencia garantiza que toda la derecha se una para vencer”, y por ello “es mejor que le apueste a un Senado necesario e importante que a una Presidencia imposible”.
Hoy es fácil hacer el parangón entre Petro-senador y Petro-gobernante. Son muchos los colombianos que reconocen en el señor Petro su talento como congresista, es su zona de confort, porque como gobernante de Bogotá dividió la sociedad y la mantuvo en estado de zozobra y angustia. El consejo de Coronel está bien orientado y es un argumento que a muchos encanta.
También vimos el portazo del expresidente César Gaviria Trujillo al senador Horacio Serpa Uribe. Recuerdo que en pleno auge del denominado Proceso 8000 (1994-1998) siempre se dijo que lo que estaba en juego era quiénes gobernarían el Partido Liberal en los próximos 40 años, predicción que se está cumpliendo fielmente, y lo que los colombianos estamos viendo hoy no es otra cosa que la pugna por el poder entre esas casas políticas. Veamos: desde 1998 los jefes liberales han sido Serpa, Gaviria, Serpa, Gaviria, Gaviria, Rafael Pardo, Simón Gaviria, Serpa y hoy Gaviria ¡Y pensar que fue el samperismo el que inocentemente le entregó la jefatura del partido al gavirismo!
Ahora bien, para las elecciones presidenciales de 2010 el Partido Verde -entonces dirigido por Antanas Mockus Šivickas, Luis Eduardo ‘Lucho’ Garzón y Sergio Fajardo Valderrama- era el que seguía electoralmente al señor Juan Manuel Santos. En un momento en que en la mente de los colombianos aún estaba vigente la política de Seguridad Democrática fácilmente se pensaba que un partido político de izquierda no podía suceder al gobierno saliente. Bastaba con consultar la web del partido verde, a nivel mundial, y se proclamaba de izquierda. El único que no lo sabía era Mockus y muchos compatriotas, porque los otros dos compañeros de Antanas sí vivían ese sentimiento: uno declarado y el otro vergonzante. Los hechos lo confirman. Hoy Mockus aspira al Senado por los Verdes, encabezando lista.
Premios de consolación: parece que César Gaviria Trujillo, como jefe del Partido Liberal, no quiere nada con Juan Fernando Cristo Bustos y Horacio Serpa Uribe, samperistas de tuerca y tornillo que le pueden hacer la vida imposible, pero los consuela avalando a Andrés Cristo Bustos y a Horacio José Serpa Moncada, hermano e hijo de Juan Fernando y Horacio Serpa, respectivamente. ¿Y Juan Manuel Galán Pachón? Junto con el senador Álvaro Ashton Giraldo -que ahora impulsa a su sobrino David Ashton Cabrera- son bajas sensibles para el Partido Liberal. Feliz Navidad.
