La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Columnistas
El bipartidismo, ¡volverá!
Son 150 años de bipartidismo y por fuera hoy quedan 13 movimientos de opinión.
Miércoles, 15 de Agosto de 2018

El otro día les recomendé a los miembros de número y a los correspondientes de la Academia de Historia de Norte de Santander, la adquisición del libro “Historia Concisa de Colombia” de Michael J. La Rosa, ilustrada por Germán Mejía. Es una visión que gira alrededor de la inquietud positiva y optimista de una pregunta: ¿Qué es lo que ha funcionado en un Estado casi fallido, para que Colombia perdure como Nación, a pesar de sus problemas?

Uno de sus capítulos dedicado al concepto de formación de Nación, es tratado conforme a los mandatos de la Teoría General del Estado que le enseñamos a los primíparos de Derecho y Ciencia Política. Ciertamente, como dice Gaviria, en el periodo de 200 años, la República cambió varias veces de nombre. En 1819 fue República de Colombia, aunque los académicos la llamamos con el nombre no oficial de Gran Colombia. En 1830 Venezuela y Ecuador se fueron y surgió la República de Nueva Granada con lo que quedó Colombia y Panamá. En 1858 cambió a Confederación Granadina y en 1863 a Estados Unidos de Colombia. Tales cambios de nombre y territorio, lo que revelan es que hubo Estado, mas no Nación.

La Nación o el poema invisible que nos une, la cultura de comunidad humana no existía cuando el Estado se formó la primera vez.  Esa unidad nacional surgió con varias fuerzas primarias: La religión cristiana y su mayoría católica, el territorio ya más o menos definido, el español como idioma nacional, la creación de un Ejército Nacional, una moneda nacional, y una asimilación de costumbres que siendo regionales todos las asumimos nacionales y el bipartidismo. Un amigo mío con quien comenté el libro me dijo: “Y ¡el fútbol toche!”.

¿Por qué el bipartidismo? Porque fueron la expresión de las dinámicas políticas y culturales que corrigieron la dinámica centrífuga del orden social colombiano, los distintos federalismos del siglo XIX y el centralismo finalmente triunfante y que reafirmamos en 1991. Fue la lucha entre los partidos Liberal y Conservador y sus diferencias en la lucha por monopolizar el Estado y sus instituciones, así hayan causado violencia política, lo que puede parecer paradójico, las que implantaron las fuerzas primarias de la nacionalidad. Los partidos fueron pluralistas y panregionales. Sus mensajes se fanatizaron en todas las regiones del país.

El conservatismo y sus ocho principios de 1849, divulgados en el periódico La Civilización: Orden contra la dictadura, legalidad contra las vías de hecho, libertad racional, la moral cristiana contra el materialismo ateo, la igualdad contra los privilegios, la tolerancia efectiva, la sacralización del derecho de propiedad, la seguridad contra toda violencia de cualquier género.

El Liberalismo y sus principios divulgados en el periódico El Aviso de Ezequiel Rojas el 16 de Julio de 1848: Instauración de un gobierno en beneficio de los gobernados, sistema representativo, Congreso independiente y Ejecutivo que ejerza dentro de la ley, responsabilidad integral y positiva, tribunales independientes, buenas leyes, políticas nacionales y americanas, justicia imparcial, que los que obedecen no sean esclavos, verdadera libertad para liberarnos del gobierno teocrático, que se asegure el derecho propiedad entre otros. 

Son 150 años de bipartidismo y por fuera hoy quedan 13 movimientos de opinión, que no partidos de outsiders inconformes, que salidos de la “madrevieja”, vuelven a ella por el apellido Liberal o Conservador.

Temas del Día