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El devenir de los años
Entrar en los 50 años de edad es uno de los pasos más difíciles de la vida en general.
Martes, 29 de Mayo de 2018

El tiempo no viene solo, reza el refrán. Entrar en los 50 años de edad es uno de los pasos más difíciles de la vida en general, tanto para las mujeres como para los hombres, sin distingos de ninguna índole, lo importante de ahí en adelante es la actitud con la que enfrentemos los cambios que poco a poco nos van llegando; de cómo estemos preparados y con qué mentalidad asumamos cada uno de los cambios dependerá la calidad de vida que tengamos en esta etapa final del ciclo vital.

Entre muchos de esas variaciones mentales que casi todos sufrimos está el “Deterioro Cognitivo Leve”, que no es más que la Disminución natural de la memoria, (últimamente confundido con la Anosognosis).

Se trata de la no recordación de nombres propios, de andar buscando algo en algún lugar y de repente se olvida lo que se iba a buscar, el no recordar títulos de obras  o programas de forma inmediata como a los 20 años. “dónde deje las gafas, o las llaves”, son hechos frecuentes en la mayoría de los cincuentones y sesentones, y esto no es ninguna enfermedad, es solo una característica normal de los años que se tienen.

Preocuparse en exceso o amargarse la vida por estos pequeños olvidos es realmente el problema, que al paso del tiempo se va convirtiendo en algo recurrente, que lo puede trasladar a otros achaques, y de paso lo llevan además a perder el buen genio y la alegría, convirtiéndolo en un viejo chocho y cansón, cada vez con consecuencias peores. La clave es no pararle bolas, tomarle el pelo, reírse de uno mismo, y proponerse positivamente a estar más alerta y concentrado en las cosas cotidianas. 

Quienes se hacen conscientes de estos olvidos momentáneos, son quienes no tienen serios problemas para gravar y recordar, ya que quien padece una enfermedad de la memoria con el inevitable fantasma del Alemán “Alzheimer”, ni tiene registro, ni se acuerda de lo que efectivamente le pasa, y éste va deteriorando varios órganos y funciones del cuerpo hasta llevarlo a la muerte.

El buen uso del poder de la mente acompañado de una Actitud mental positiva y sencilla, nos será de gran ayuda para poder vivir lo que Dios nos tenga dispuesto a cada uno, de una manera sana, capaz de compartir con los semejantes, sin albergar resentimientos ni soberbias que conlleven a una inevitable Demencia Senil.  La vida, hasta el último suspiro, vale la pena vivirla con dignidad y amor, comprendiendo que se  puede ser útil, activo y creador hasta el último día, acompañado de sus semejantes, alimentando su vida social, espiritual, sexual y familiar de una manera natural y positiva, que de paso deje un legado de admiración en todos los que lo conocieron y trataron. 

Ahora bien, el ver y tratar a los abuelos, merece toda la comprensión de la familia y la sociedad, especialmente si dejamos de hacernos los bobos al ignorarlos y relegarlos en el rincón de la casa o en la banca del parque. El estado tiene la obligación de tener puntos de encuentro en todas las ciudades del país, donde puedan reunirse los adultos mayores a departir, a jugar, a hacer labores que incluso, sin ninguna presión les generen algunos pesos, como bien lo hizo el fondo de seguros sociales complementarios del ISS en 1984, que en Cúcuta lo llamamos “casa del pensionado”, que comenzó labores en la antigua casa del Padre Rafael Garcia-Herreros de la calle 13 pero que desafortunadamente solo duró 5 años, porque algún gerente politiquero  de entonces se le ocurrió acabar con aquella significativa obra, que aún es bien recordada en la familia de aquellos pensionados de la época. Muchas Gracias 

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