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Juegan con candela
La actitud negativa de los funcionarios oficiales con el acuerdo de paz.
Sábado, 25 de Mayo de 2019

Cada vez es más preocupante la forma como el ala radical del Centro Democrático se ha tomado el gobierno del Presidente Duque. La insistencia en mantener al país estacionado en los debates del pasado, sin ninguna visión de futuro, es francamente inconveniente para todos los colombianos. Muchos de los dirigentes del CD actúan como si aún estuvieran en la oposición a Santos. Las críticas permanentes a la anterior administración caen en el vacío y la indiferencia en una ciudadanía que, entre sorprendida e impotente, no ve claro el rumbo de este gobierno.

La actitud negativa de los funcionarios oficiales con el acuerdo de paz; la indiferencia ante los asesinatos de líderes sociales y reinsertados de las FARC; la nula gestión legislativa en favor de la implementación; la parálisis de los programas de sustitución de cultivos y la lentitud en general en la ejecución de políticas previstas en los acuerdos, comienzan a recibir críticas de la comunidad internacional y de los medios de comunicación. Aparecen todo el tiempo criticando, cuestionando lo que se hizo, recordando que ganaron las elecciones y tienen entonces el sagrado derecho de modificar un acuerdo de estado, que además está blindado por la normatividad colombiana e internacional. Juegan con candela y después se quejan de que la opinión pública registre esta situación.

Las objeciones presidenciales a la JEP y la amenaza de ciertos sectores del gobierno y el Congreso de decretar la conmoción interior con el fin de modificar aspectos esenciales del acuerdo de paz, son señales inequívocas del protagonismo que las voces radicales del partido de gobierno han adquirido. Invitan a un Pacto por Colombia a los partidos independientes, sin convocar a la oposición, y en las reuniones insisten en los mismos debates del pasado que no interesan a los colombianos y no en construir futuro. Podrían plantear un acuerdo en torno a la implementación con todos los partidos y organizaciones sociales, en el que todos concentremos los esfuerzos en las prioridades que tiene este gobierno. Pero tampoco lo hacen. Con la tesis de su triunfo en el plebiscito y en las elecciones presidenciales, buscan hacer trizas los acuerdos de paz. Están convencidos que los colombianos los eligieron con ese propósito y se equivocan.

Con esa incertidumbre e inestabilidad generada alrededor del cumplimiento de los acuerdos de paz, los problemas de orden público están regresando a zonas en donde reinaba la paz; no dejan trabajar a la JEP; la CSIVI se reúne esporádicamente casi que por obligación; la Comisión de Protección y Garantías de Seguridad no se convoca y aumentan los riesgos para la vida de líderes sociales y ex integrantes de las FARC en un nuevo clima de violencia que creíamos superado. Y en este escenario el compás de espera que dio la comunidad internacional comienza a agotarse, ante las negativas señales que se envían desde el gobierno frente a la implementación de la Paz.

Esta semana la carta de 79 congresistas norteamericanos a su gobierno, el editorial del principal periódico de Estados Unidos, el New York Times, las noticias publicadas sobre una torpe y equivocada política al interior de las fuerzas militares, la posición de respaldo de Naciones Unidas y de la Unión Europea a la JEP frente a la arremetida del gobierno y su partido y la preocupación expresada por muchos de los países cooperantes, demuestran que ya el mundo registra la ausencia de interés, incluso la animadversión del gobierno frente a La Paz.

Y el gobierno en lugar de reflexionar y reorientar su política, se muestra sorprendido e indignado por las noticias y las posiciones asumidas por quienes en el exterior hace unos años aplaudieron emocionados el fin de un conflicto armado que dejó más de 8 millones de víctimas, y ahora ven con preocupación políticas públicas y decisiones que nos devuelven en el reloj de la historia a las épocas de la guerra. Olvidan ese conocido refrán popular, según el cual, “El que juega con candela.... se quema “.

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