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La crisis redonda
Esto hace parte del universo llamado la Dieta Maduro.
Domingo, 9 de Diciembre de 2018

La crisis venezolana da para todo. Las historias de los que emigran y pasan por nuestra ciudad para llegar a pie al sitio más lejano que le permitan sus pies, no paran. 

Los testimonios de las miles de personas que desfilan a diario por nuestras carreteras son desgarradores y concluyen en que seguirán empeñados en lo que hacen, porque no tienen otra alternativa. 

No importa que tengan que cargar con niños, con sillas de ruedas transportando a discapacitados, todo se hace válido con tal de obtener un mejor destino allende las fronteras de su patria. 

Tampoco faltan quienes de manera improvisada intentan dar ayuda a los caminantes, ofreciéndoles un hospedaje pasajero, alguna ración de comida, ropa y muestras de una solidaridad que enfatiza en la bondad de los colombianos que advierten el mal momento por el cual atraviesan los vecinos. 

En medio de esta situación y de manera curiosa emerge una protagonista, se trata de la arepa, comida fundamental de la dieta de los venezolanos y única en su estilo porque siempre lleva un relleno que la hace inconfundible. 

Según fuentes autorizadas la producción de maíz, de la cual se hacen las arepas ha bajado sustancialmente, así como también las areperías, en Caracas se calcula que ahora hay 30% menos de estos establecimientos. Esta situación se replica en otras ciudades del país. 

Así que los venezolanos hoy disponen de menos maíz, hay menos sitios donde comer uno de sus alimentos preferidos porque cómo se sabe, la capacidad adquisitiva no les permite darse este tipo de lujo gastronómico.  

Esto hace parte del universo llamado la Dieta Maduro, gracias a la cual y según una encuesta publicada a principio de año, reveló  que el 64% de los encuestados reportó haber pedido en promedio 11 Kg durante el último año. 

Lo anterior porque no se consiguen los alimentos dada la escasez o porque sus ingresos no alcanzan para una alimentación digna. 

Entre los venezolanos que han logrado salir de su país algunos han visto en la harina de maíz y la arepa la oportunidad de negocio. 

Se estima que los negocios instalados para ventas de este tipo de comida típica han aumentado en un 16% durante el último año. El registro de las areperías en todo el mundo va por los 520 en los más diversos sitios y han llegado a los cinco continentes. 

Como conclusión de todo esto podría decirse que la arepa sigue siendo fundamental para los venezolanos, la comen menos los que se quedaron en su país y muchos de los que se fueron hacen su negocio. 

La publicación runrún.es nos cuenta que Lorenzo Mendoza, presidente de Empresas Polar, se puso un delantal y empezó a regalar arepas a bordo de un food truck en doce ciudades de los Estados Unidos a través de la iniciativa Harina Pan Experience.
 
La arepa nuestra es sabrosa, en todas sus variedades; pero añoramos comer una reina pepiada en una arepería de San Antonio cualquier tarde o en San Cristóbal un fin de semana. Algún día volveremos. 

jorgepabonl@yahoo.com  

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