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La euforia sobre la energía solar
La demanda de energía eléctrica de la costa atlántica fue de 15.803 miles de millones de kilovatios hora en el año 2017. 
Lunes, 12 de Marzo de 2018

De nuevo el candidato Gustavo Petro hace alarde de una efusión irreflexiva en sus ideas. La semana pasada trinó expresando que el problema de calidad del servicio de distribución eléctrica, en la costa Caribe, se resuelve con la instalación de paneles solares en los techos de la casas. En otros trinos, el candidato manifiesta que con éstos, la red eléctrica ya no se requiere, sería necesaria solamente para que el usuario solar pueda vender sus excedentes.

Analicemos esta idea. La demanda de energía eléctrica de la costa atlántica fue de 15.803 miles de millones de kilovatios hora en el año 2017. Teniendo en cuenta el factor de planta de los paneles solares en techos, que es alrededor de un 16 %; la eficiencia de los mismos; la radiación solar de la zona y las horas al día del recurso solar; un kilovatio solar en la costa generaría alrededor de 1,734 KW hora al año. Para suplir la demanda de la Costa, entonces hay que instalar unos 9111 megavatios. Actualmente, Colombia tiene instalados aproximadamente 16.500. Es decir, que la solución de olvidarse de la red y construir un esquema de independencia solar aumenta en un 55 % la capacidad instalada actual sin necesidad, actualmente hay energía de sobra en el sistema, pero si el absurdo de independizar la costa llegara a ser política nacional, eso costaría aproximadamente 25.500 millones de dólares (2800 dólares por KW instalado solar incluyendo las baterías necesarias para olvidarse del sistema interconectado). Para pagar esta inversión, con una rentabilidad del 10 % en 25 años, cada usuario de la Costa tendría que pagar unos 533 pesos por kilovatio hora sin tener en cuenta el mantenimiento de los paneles solares.

Actualmente, el precio de todo el sistema (generación, transmisión, distribución, perdidas y restricciones del sistema), le cuesta a un estrato 4 de la costa atlántica unos 418 pesos por kilovatio hora. Un usuario de estrato 1 paga aproximadamente 167 pesos, ya que recibe subsidios del estado y un establecimiento comercial paga aproximadamente 501 pesos. Esto quiere decir que para ningún usuario sería económicamente viable irse a una solución 100 % solar independiente de la red. La idea no es viable y no se puede pensar que la generación distribuida puede remplazar del todo la red. Pero sí se puede remplazar en parte y esto tiene sus riesgos. 

Generación solar en techos es algo que se hace en el mundo y ya en Colombia existe la regulación para ello (resolución 030 de la CREG del 2018). Actualmente hay más de 200 proyectos registrados ante la UPME. Su costo final a usuario por kilovatio hora, sin incluir el sistema de baterías, puede estar entre 250 y 300 pesos (puede ser menor si se tiene en cuenta las exenciones tributarias que existen en el actual régimen tributario). Al comparar estos costos con los de estar conectado a la red, la provocación de usuarios con techos grandes y altos consumos de energía (establecimientos comerciales o residencias grandes), sería la de montar sus sistemas solares y aislarse de la red durante unas horas en el día. En estos momentos la red inutilizada por los solares sería pagada por los usuarios que quedan condenados a estar conectados, es decir los residenciales con menores consumos y menos área de techo. Entonces, la primera caravana que se aislará de la red no serán los usuarios de menos recursos, sino los de más, dejando a los otros con mayores costos. Este escenario es tenido en cuenta por la regulación y por dicha razón hay claros límites a este tipo de instalaciones. Desahuciar la red en euforia hacia el sol, en contrario de lo que se expresa en el debate político, es algo que perjudica a los usuarios de menos ingresos.

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