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La indiada
Las marchas y protestas de los indígenas, llamadas mingas, no surgen por generación espontánea.
Sábado, 13 de Abril de 2019

-I-

El doce de octubre de mil cuatrocientos noventa y dos se produjo un acontecimiento que cambio el curso de la historia. Se volvió contrahistoria. Unos aventureros españoles comandados por Cristóbal Colon en una de esas casualidades en vez de llegar a las Indias, como era lo originalmente pensado, llegaron a tierras desconocidas para entonces y que después se llamaría América que comprendería lo que hoy es América del Sur, América Central y México.  Atracaron las naves en una isla llamada Guanahani hoy Republica Dominicana. Desde entonces siguen atracando. Comenzó la expoliación más grande que conozcan los siglos. Lo que fueran la cultura Azteca, Maya, Inca, entre otras muchas, fueron desapareciendo física y espiritualmente ante el avance demoledor de una cultura extraña que de pronto encontró el cielo y no supo qué hacer con él. Los pueblos fueron arrasados, humillados, sometidos al aniquilamiento. Todo mundo sabe lo que significó para la historia este crimen contra la civilización. Instituciones como Las Encomiendas volvieron a los naturales o indios algo así como una mercancía que podía ser vendida y trasladada de un sitio a otro. La cultura religiosa ayudo a este aniquilamiento hasta que fueron desapareciendo de lo que fueran sus tierras. Pasaron a otras manos. Así se formaron los grandes latifundios por los que hoy se pelean en cualquier sitio en donde queden los herederos de los primeros pobladores. 

-II-

Lo que hoy es Colombia, llamada anteriormente la Nueva Granda, no fue ajena a estas imposiciones del conquistador. Hizo lo que vino en gana para superar las miserias que trajeron de España. En ese entonces el país más atrasado de Europa. La guerra en que se vio envuelta con la cultura árabe, con la expulsión de los judíos que manejaban el comercio, la de los árabes mismos que eran agricultores, la llevo a un estado de postración del que vino a salvarla la conquista de América. El oro y demás riquezas logradas por España en estas tierras inundaron a Europa, floreció la cultura. España se hizo potencia mundial. Mientras tanto por estas tierras los encomenderos y la iglesia hacían de las suyas. Surgieron clanes poderosos, por ejemplo, en lo que hoy es el Cauca, como los Mosquera, los Arboleda, Los Obando, Los Valencia que se fueron haciendo de tierras de las que no poseían ningún título de propiedad. Los indios, como se les llama despectivamente, echados a un lado. Los nuevos amos establecieron nuevas servidumbres. Entonces la rebeldía, la inconformidad, la violencia, se hicieron evidentes. es la misma que ahora se manifiesta con la incertidumbre de lo que pasará. 

-III-

Las marchas y protestas de los indígenas, llamadas mingas, no surgen por generación espontánea. Es la protesta de esos indios exterminados por las balas y la pobreza. Son los mismos que se ven por las calles de Cúcuta, comiéndose los piojos los niños, llevando en sus ropas sus propias excresencias, para tristeza de la condición humana. Es la hora de dialogar, de volverlos a la dignidad, de hacerlos sentir que son Colombia y no carne de cañón de los que se disputan el poder. De no ser así la frase de Túpac Amaru volverá con toda su prestancia. “Si no hay patria para todos no habrá patria para nadie”.  

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