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Los informantes
En lugar de ‘’soplones”, como se les dice también, lo aconsejable sería organizar un cuerpo profesional de investigaciones como el FBI.
Viernes, 8 de Febrero de 2019

Al mejor estilo de las dictaduras de Cuba,Norcorea y de los oprobiosos regímenes del nazismo de Hitler o del comunismo en la Rusia de Stalin, el presidente Iván Duque, heredero predilecto del uribismo y de la extrema derecha, anunció en la base militar de Tolemaida, en presencia de representantes de las diferente ramas de las Fuerzas Armadas, su política de seguridad, que busca conseguir informantes que eviten sorpresas desagradables, como el carro bomba que cortó la vida de 21 cadetes de la Policía y dejó más de un centenar de heridos.

La idea de los informantes no es nueva ni original. Tiene sus raíces en los países que afrontan la embestida de enemigos internos, que en el caso nuestro son el llamado ELN o las otras organizaciones subversivas lo mismo que cuadrillas de bandidos, dignos herederos de la época de ‘’los pájaros´´ o de las cuadrillas de Efraín González, Tirofijo, Sangrenegra o el Mono Jojoy.Pero son, fundamentalmente, la confesión de que el Estado es incapaz de detectar los peligros, pues no cuenta en la actualidad con un organismo de investigación que haya reemplazado eficazmente al desaparecido DAS, que murió por sus innumerables pecados de todo tipo. 

No soy partidario de los informantes, pues como se ha comprobado en otras partes, sus integrantes se convierten en enemigos de sus compatriotas, a cambio de premios, puestos, canonjías o prebendas. En visita que hice hace algunos años a Cuba, en compañía de mi esposa, nos hicimos amigos de una taxista que no hablaba y nos confesó que en ese país no se puede confiaren nadie, ni siquiera en los extranjeros, pues cualquiera es un informante que lo puede llevar a la cárcel. En lugar de ‘’soplones”, como se les dice también, lo aconsejable sería organizar un cuerpo profesional de investigaciones como el FBI, o promover la colaboración ciudadana, que advertiría sobre los peligros que amenazan a la democracia. 

En la misma reunión, se dejó entrever que, en caso de una agresión contra Colombia, habría el apoyo de países amigos y que el país está en capacidad de repeler cualquier agresión  para realizar contundentes contraataques “de tal manera que se mantenga la integridad territorial”. En otras palabras, que estamos listos para la guerra contra Venezuela, que compró a los rusos todo tipo de chécheres bélicos, para atacarnos, en lugar de comprar comida y drogas para sus gentes, a quienes no se dejó llegar la ayuda humanitaria enviada por los Estados Unidos. 

La política de seguridad incluye otro componente muy importante para nuestros intereses: la defensa de los recursos naturales que vienen siendo explotados por todo tipo de empresas, entre ellas las cultivadoras de coca y marihuana, que están acabando con la selva y la biodiversidad. Habrá una fuerza de protección ambiental, que defenderá nuestros recursos, tarea que puede contar con mi pleno apoyo, pues primero pienso en el futuro de mis nietos. GPT 

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