El programa Supérate Intercolegiados liderado por Coldeportes, es el espacio ideal para el desarrollo deportivo y social de nuestros niños y niñas. A través de este programa nacional, los chicos con habilidades deportivas y aún sin ellas, tienen la posibilidad de competir en diveras disciplinas deportivas por categorias. Los juegos intercolegiados son por naturaleza el semillero de deportistas de una región y por consiguiente del país. De estos juegos nacen las futuras estrellas del deporte nacional.

Esta semana me invitó un padre orgulloso a observar las pruebas de atetlismo que se desarrollarón en el complejo denominado “Estadio Centenario Cúcuta 75” y aceptando la invitación ingresé por primera vez a este escenario deportivo. Me sorprendieron muchas cosas de lo que observe ese día.

La primera, la evidente baja participación de los colegios y por ende de los deportistas en la disciplinas de atletismo que se desarrollaban allí. El atletismo es quiza la más importante disciplina que existe en materia deportiva, por encima del comercial y multimillonario fútbol, llamado el deporte de masas. Al observar tan baja participación, es inevitable pensar en qué es lo que está pasando con nuestra juventud. ¿Por qué no estan compitiendo? ¿Por qué no hay interés en participar?

La respuesta inmediata sería sencilla, ¡no existe interés en esta nueva generación! a la que los video juegos, el internet, las redes sociales y demás plataformas de acceso a información les han cautivado profundamente, alejándolos de los escenarios deportivos. Sin embargo, ese no es el único problema, la falta de promoción y masificación del deporte está haciendo mella y aleja a los futuros campeones de la línea de ascenso.

Llegar a un escenario deportivo de la magnitud del estadio centenario y encontrarlo completamente destruido, desmotiva la participación. Encontrar una pista abandonada, una gramilla destruida, observar las láminas de los techos amenazantes golpeándose entre sí por el paso del viento, anunciando su posible caida, indigna.

Es increible que se construya algo y se deje acabar de esa forma, mientras se dilapidan recursos haciendo parques biosaludables infuncionales en la ciudad, donde los niños no pueden jugar porque no están diseñados para eso, y por el contrario, están sirviendo de silla para el consumo de alucinógenos.

Debemos con urgencia hacer un invetario de escenarios deportivos y habilitarlos para incentivar la participación de los niños y niñas en las diferentes disciplinas deportivas. Cada deportista es una persona que le arrebatamos a la droga y la delincuencia común y que ganamos para la sociedad. Es menester recordar la frase extractada de la Sátira X, “Mente sana, cuerpo sano” y reflexionar por qué nuestros niños y niñas no están compitiendo.