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Que rico hacer introspección
En este tipo de meditación, incluso se pueden ver los cambios que debo dar y hacer en mi comportamiento.
Martes, 25 de Diciembre de 2018

Este también es el tiempo de hacer cosas por uno mismo y para uno mismo, y que esas acciones tengan además un efecto positivo en otros, mucho mejor. 

No le prestemos mucha atención si esta palabra no nos es muy común. 

La introspección es la capacidad de mirar en el interior o mirar hacia adentro, es la observación de uno mismo, de la conciencia y de los propios sentimientos. Las palabras reflexión, examen, meditación, conciencia, pueden verse como sinónimos de introspección. 

Los seres humanos podemos ver nuestro interior y analizarnos a nosotros mismos, haciendo un examen de su  conciencia; y acá es donde está lo rico, si cada quien se observa de manera honesta y autocrítica, valorando cada cosa en la justa medida y la justa proporción, ya que es ridículo que aún en este tipo de ejercicio, sigamos auto engañándonos, justificándonos o buscando culpables para todas nuestras desgracias o malestares. 

Si nos retiramos un poco del mundanal ruido, ojalá hacia la naturaleza donde nadie nos moleste, y nos entregamos totalmente a revisarnos, con una actitud de aceptación y reconocimiento de todas las verdades que me aparezcan, porque así lo quiere y necesita mi ser, entonces en esta bella comunicación intrapersonal, estamos haciendo una terapia muy positiva para nuestra existencia y  personalidad. 

En este tipo de meditación, incluso se pueden ver los cambios que debo dar y hacer en mi comportamiento, para vivir en armonía y tras el verdadero sentido de la existencia en esta tierra, cual es, el ser feliz genuinamente, sin hacerme daño ni hacerle daño a los demás. 

Ojalá nos enamoráramos de la introspección, como los Budistas lo hacen con su meditación, y quizá por ello es gente más tranquila, más serena, que sabe escuchar, no  viven buscando culpables  y se ocupan  más en servir que en banalidades y peleas. 

Acudamos en esta temporada navideña, a la introspección, para lograr que en completa relajación, sin rabias, odios ni rencores, permita que le hable su voz interior franca y diáfana, e incluso ella le mostrará cambios que hay que dar, y lo llevará por mejores caminos para seguir creciendo mejor  en este viaje por la vida.  Imaginémonos lo positivo que sería que en las escuelas y colegios, se implementaran dosificadamente espacios para dar a conocer a los niños acerca de la salud, de la mente, de la conciencia etc., facilitados por maestros con mística y amor por su trabajo, interesados en enseñar y formar para la vida, para la salud, para la convivencia y para todo aquello que tenga que ver con crecer integralmente de manera positiva y realista. 

Esto cobra mayor sentido en Colombia, toda vez que el sistema educativo sigue obsoleto y sin visos de que el gobierno le meta la mano para producir cambios de fondo, como para que los padres reaprendan a tratar a sus hijos sin necesidad de regaños, amenazas, golpes y todo tipo de comportamientos represivos y antipedagógicos que lo único que están desarrollando es el temor, la rebeldía (con droga y trago abordo) y la desesperanza en los niños, hasta el punto que cada vez se hacen más frecuentes y públicos los suicidios de nuestros muchachos, hastiados de recibir solo reprimendas, sin nada  de amor, formación y afecto. 

Aún están en mora muchos  padres de romper los paradigmas fijos de siempre, y comenzar la tarea de hacerse amigos de los hijos, suéltese, deje la pendejada, trátelo afectuosamente con respeto y cariño, apóyelo y pídale opiniones acerca de sus asuntos. Que este sea un propósito de navidad y año nuevo de papá y mamá….no importa si están separados.       

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