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Se extiende la crisis
En lo que respecta a la salud, el gobierno se ha negado a liberar los datos epidemiológicos requeridos para evaluar la magnitud de la situación.
Sábado, 6 de Abril de 2019

Hoy la crisis en Venezuela esta distante de una solución y esto repercute en nuestro país, aunque el mayor impacto se siente aquí en la frontera. La migración no cesa y pasa en mayor número por esta ciudad, algunos se quedan, otros van y vienen trayendo sus necesidades y enfermedades. 

Una publicación reciente de la prestigiosa revista médica inglesa The Lancet hace un análisis de la situación crítica de la salud en ese país y explica cómo afecta a vecinos. El artículo es producto de una investigación de campo y publicado el pasado 13 de marzo  titulada “La crisis de salud pública de Venezuela: una emergencia regional”

En su presentación señala: En lo que respecta a la salud, el gobierno se ha negado a liberar los datos epidemiológicos requeridos para evaluar la magnitud de la situación, sus consecuencias, y como responder. Enfatiza que durante los primeros 3 meses de 2018, hubo 287 protestas de pacientes y profesionales de la salud que exigen mejores condiciones de trabajo y acceso a tratamientos y medicamentos.

También menciona la Encuesta Nacional de Hospitales de 2018 realizada por un grupo opositor y una organización médica no gubernamental, incluyó 137 hospitales en 22 estados y mostró un deterioro de los servicios en comparación con los anteriores años en los servicios básicos: laboratorios, imágenes, y farmacias que, no están disponibles regularmente en muchos hospitales.

La investigación realizada que dio origen al informe encontró que entre 2015 y 2016, las muertes infantiles aumentaron en 30,1% y las muertes maternas en 65,4% La tasa de mortalidad aumentó de 450 por cada 100.000 habitantes en 2004 a 537 en 2014, El brote en curso de difteria comenzó en 2016 y el de sarampión en 2017. Desde el inicio del brote de difteria en julio de 2016 a enero de 2019, se detectaron 2.512 casos sospechosos, 1.559 fueron confirmados y hubo 270 muertes. Estas últimas son enfermedades prevenibles mediante vacunación, lo cual también ha fallado en el vecino país. 

Hubo por parte del gobierno algún esfuerzo por vacunar a la población lo cual sin embargo no fue suficiente y el brote de sarampión se extendió a los países de la región, con casos notificados en Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Chile y Argentina. Para enero de 2019, el recuento de casos confirmados se elevó a 10.557.

El paludismo no ha escapado a este caos. De 2016 a 2017, Venezuela tuvo la mayor tasa de aumento en el mundo (69%) con 414.527 casos en 2017. Se documentó un aumento particularmente dramático en el estado de Anzoátegui de 1.341% entre 2016 y 2017 La falta de control de vectores y la no disponibilidad del tratamiento, han facilitado esta expansión. La infección por VIH en el año 2016 se incrementó 70% en nuevos casos. De 2014 a 2017 se pasó 6.063 a 10.185 enfermos de tuberculosis, muchos resistentes al tratamiento.  

Estos datos ponen de manifiesto una situación deplorable unida al aumento en los casos de desnutrición. Se enfatiza que la crisis de Venezuela en este campo se disemina a los países vecinos y se requieren políticas para contener los brotes generados por el éxodo. Esa situación compromete a los venezolanos pero tiene efectos colaterales que impactan nuestra salud y recursos muy intensamente. De tal forma que, no se entiende el rechazo del gobierno a la ayuda, solo obedeciendo a razones políticas, dejando de lado las razones humanitarias. 

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