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Todo está bien
Te propongo desacelerar un poco y conocer más acerca la filosofía del “slow down”, lo que quiere decir; andar des-pa-cito.
Jueves, 16 de Noviembre de 2017

La vida es un paseo que puedes disfrutar al máximo solo si la vives más despacio.

Te propongo desacelerar un poco y conocer más acerca la filosofía del “slow down”, lo que quiere decir; andar des-pa-cito.

Nos han hecho creer que la vida es a las carreras y que hay que vivir de prisa.

Prisa es el tiempo infinito entre un problema y su solución; pero la solución real está en quitar de tu vida la prisa para ver los problemas como simples circunstancias.

Si te das cuenta, siempre estás diciendo que todo es urgente; que debe hacerse de inmediato, y que para antier es tarde. Te recuerdo que lo urgente casi siempre es para los demás, mientras que lo importante siempre será para ti. 

Urgente es llegar a tiempo. Importante es llegar seguro.

¿De verdad crees que hay que correr? ¿Quien te dijo que llegar primero te hace el mejor? En mi concepto, líder no es aquel que va de primero, sino aquel que impulsa a los demás a triunfar en colectivo.

Más bien, te invito a pensar como seria tu día hoy con un poco de calma. Calma es la palabra mágica necesaria para asumir el rol de la vida diaria.

Con calma se encuentran las respuestas acertadas a preguntas precipitadas, y con calma se acierta en las decisiones; porque la calma permite pausas y espacios de tiempo necesarios para respirar y encontrar la tranquilidad. 

La calma es una importante herramienta para la cotidianidad de la vida actual, donde la prisa, la inmediatez y la dinámica nos envuelven en un modo precipitado de vida.

Con calma la mente se torna más inteligente y creativa para diseñar proyectos de vida.

Una persona calmada y serena tiende a equivocarse menos, porque su frecuencia vibracional en estado de conciencia se encuentra elevada por la paz interior que genera este estado ligero de pensamientos.

La calma es un estado perfecto para crear y ser productivo con las ideas. En calma se reflexiona para llegar al perdón, que luego nos liberará de las culpas del rencor.

Una persona calmada maneja un estado constante de tranquilidad que le permite acomodarse fácilmente a las circunstancias, y desarrollar su proyecto siguiendo los procesos en su orden; porque en una persona que vive y experimenta la calma, no existe la ansiedad, elemento nocivo para el ajuste de los tiempos precisos.

La calma es para la mente un neutralizador importante que le brinda el equilibrio necesario para producir pensamientos sensatos y crear ideas reales y aterrizadas. Con calma se aprecia la vida observando los procesos y viendo pasar el carnaval colectivo y bullicioso de la mente con los ruidos generados por el estrés, la prisa, la ansiedad, la preocupación y la angustia constante.

Con calma se buscan las palabras precisas para corregir a un hijo que va tomando un camino equivocado. 

Con calma se analizan los contratiempos y obstáculos que un proyecto presente sin llamarles problemas.

Con calma se reflexionan y estudian bien las probabilidades de éxito o de fracaso de un proyecto antes de iniciarlo, y así se evitarán caídas innecesarias. 

Con calma se diseña un proyecto de vida en compañía, permitiéndose en pareja cumplir con todas las etapas de la relación, hasta llegar a la convivencia con la seguridad de haberse conocido lo suficiente. 

Con calma se observa el camino para no tropezar con obstáculos ni caer en las trampas tendidas por otros, para ganar terreno en la competencia social inventada por el hombre. 

La calma, la paciencia, la serenidad y la tranquilidad son primos hermanos de la paz interior, y entre ellos juegan a construir la felicidad.

Piensa en hacer uso de la serenidad como un modo de vida ideal con el que se neutralizan los pensamientos y se experimenta la tranquilidad y la calma. 

También puedes visualizar tu vida más serena; lo haces en un estado de quietud con leves movimientos de frecuencia energética que armonizan el equilibrio de mente, cuerpo y espíritu. 

En modo sereno, pensamos despacio y actuamos rápido, las decisiones son más precisas y el margen de error tras una determinación se disminuye. 

Para una persona calmada y serena los problemas no existen, sólo hay circunstancia que se presentan y soluciones que se crean en un estado de calma, con una inteligencia creativa que reacciona de manera dinámica ante cualquier alteración en la programación del proyecto o en el transcurso de la vida cotidiana. 

La serenidad y la calma son los mejores aliados en la existencia de una persona. Y en conjunto con la espiritualidad y la conciencia conforman la formula precisa para alcanzar  el éxito en el desarrollo de un proyecto de vida personal y profesional. 

La calma; cuando se pone en la mesa de una discusión de negocios o de pareja, garantiza un resultado agradable para la dos partes quienes sin tener que llegar a un acuerdo o ceder sus razones y puntos de vista, hicieron uso de la cordura  y el respeto para luego continuar en la negociación de ese aspecto. 

Considera a tu cerebro como un Ferrari que prefieres andarlo a menor velocidad; disfrutando el paisaje y advirtiendo los riesgos. 

Tranquilo. Ya acabamos. Puede seguir andando; ojalá mas despacio. 

¡Hakuna Matata!

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