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Un balance festivo esperanzador
Los amantes de la espuma y tinturas contaron con su espacio.
Martes, 8 de Enero de 2019

Desde  finales  del mes  de  noviembre las  cosas comenzaron  a  cambiar  de  manera  positiva con  la  reinauguración del  Cine Leonelda,  propiedad  de  la  Cámara  de  Comercio de Ocaña,  con muy  buena  imagen  y  sonido.

Como  cuando era  propiedad  de la  beneficencia de  Norte de  Santander y la  sala  de  cine  se puso  a  disposición  de  los  ocañeros,  con  la  película Historia  de  amor, las  colas se  prolongaron  hasta  más  arriba de la  sala  de  proyección.

Durante  toda  la  temporada  decembrina,  las  taquillas  de  las  dos funciones  diarias  se  agotaron con  la  simultánea  nacional ´Acuamán´.

Los  millares  de personas  que  llegaron  a la  ciudad,  entre  ellos propios  y  visitantes,  contaron  con  una  muy buena opción  de  distracción ,  la  que  se  espera cuente con el  respaldo del  público  amante del  séptimo arte,  especialmente  los colegiales  y universitarios, en  todo  el 2019.

Entrando  en  materia festiva, lo  que  ocurrió en  diciembre  y  comienzo de  enero,  es  supremamente esperanzador,  por  no  decir  que positivo. El tradicional  baile en  el otrora inaccesible club  Ocaña,  el  29  del  mes  pasado,  respondió a  las  expectativas  y a las  necesidades  de  los ocañeros  de  bien. La  renombrada  orquesta  venezolana  Los  Melódicos, puso  a  bailar y  gozar a  los numerosos  asistentes.

Entre  ellos, muchos  paisanos que  regresaron a  su  tierra,  en  compañía  de sus  familias ,  y  además  del  buen  ambiente festivo,  se  reencontraron con  los  viejos  amigos  de infancia  o  juventud.

La  capacidad  del renombrado  centro social se  copó  y todos los  celebrantes  se  dedicaron  a  bailar  las  viejas  y pegajosas  páginas  musicales alusivas  al  mes  más  alegre. Como ha  ocurrido  durante  los  últimos  años,  el  comportamiento  fue  ejemplar y  digno  de la  gente  de  bien  de  esta alegre villa.

Los  carnavales se  esperaron de  manera  angustiosa,  temiendo  que  se  repitieran las  escenas bochornosas  del  parque  de  san  Agustín,  pero fue  todo  lo  contrario,  la  decisión  de la  administración de  la  alcaldesa  Mirian  del  Socorro  Prado  Carrascal,  de  prolongar  la  zona  cero,  desde el    parque  de  san  Francisco  hasta  el  de  san  Agustín,  incluyendo el  29  de  mayo  fue  un  afortunado  acierto.

Las familias que de  manera obligada  se  encerraban  en  sus  casas,  o  que se  desplazaban  a los  balnearios  de  la costa  norte,  incluso , a los  municipios  vecinos,  para huir  de los  “bochinchosos carnavales”, por  primera  vez  o desde  hacía  muchos  años,  salieron a disfrutar  de  la  música  y  del ambiente carnestoléndico  que  se  desprendió de  las  tres  tarimas  que  se ubicaron  en  los respectivos  parques.

Se  alcanzaron a  observar numerosas  familias  con  sus  respectivas  generaciones gozando  del  jolgorio, abuelos,  padres, hijos y  nietos, abrazados bailaban con  tranquilidad y  regocijo.

Por  su  parte,  los  amantes de la  espuma y  tinturas  contaron con  su  espacio,  pero  los  combos que arribaron  de barrios  periféricos no desperdiciaron  la  ocasión  para  saciar su perversidad agrediendo a quienes  hallaran  a  su  paso.

En  la  plaza  de  ferias se  presentaron ,  del  04 al  06 de enero, buenas  agrupaciones vallenatas  y  música  tropical,  con  un  buen  comportamiento  de  los millares  de  asistentes.

La  alcaldía  de la  administradora  de  empresas Prado  Carrascal,  demostró que se  puede  cambiar  la pésima  imagen de  los  carnavales, y que  quien  la  suceda  podría superar  los  resultados ,  si  en  las  casas y centros  educativos  se  les  imparte  a  los  niños  y  jóvenes más cultura  ciudadana.

Para  próximos eventos festivos  se podría  pensar en  mejorar  el  nivel  de los  conjuntos que  se  presentan en  las  tarimas y que  se ponga  en  práctica  el  nuevo  código  de  policía,  especialmente para  evitar  que  en  los  barrios se  derroche  el  agua y  que  se  presenten  algunos  desmanes.

Muy  bien  por  las  unidades  de la  policía  y  el  ejército que  se  brindaron  para  controlar los  excesos y brindar  seguridad  a  los millares  de participantes en  las  festividades de  finales  y  comienzos  de  año.

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