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Una Voz para el ojo
Nunca los invitan a una conferencia, a un debate, a nada.
Jueves, 19 de Octubre de 2017

Un sector de la sociedad que los dirigentes cucuteños nunca tienen en cuenta es la comunidad sorda. Nunca los invitan a una conferencia, a un debate, a nada. Los creen incapaces de pensar.

En fin: en Cúcuta los sordos son mayoría: desde el sordo que vota por los de siempre (no oye, y, además, no ve, no habla) hasta los sordos en las oficinas públicas.

Pero hay otros: los sordos de verdad y que merecen todo nuestro respeto. La estrategia “La memoria en señas”, del Instituto Nacional para Sordos, la alcaldía Mayor de Bogotá, a través de la Alta Consejería para los Derechos de las Víctimas, la Paz y la Reconciliación, presentan un programa hoy y mañana, con la Secretaría de víctimas, que dirige Luis Fernando Niño, y que consiste en talleres con la población sorda, sobre la paz y la importancia de la reconciliación.

Desde Bogotá este proyecto lo lidera Arturo Charria, un politólogo cucuteño que le ha metido el alma al tema de la paz pero no quiere figurar, lo cual habla muy bien de él.

La jornada de hoy viernes que se desarrollará en la Secretaría de Víctimas, en el barrio Caobos, será un evento humano. Todos debemos asistir: los sordos son nuestros hermanos y hay que acompañarlos en esta tarea de comprender lo que significa los diálogos sobre la paz.

Tal vez esta jornada no aparezca en las noticias. Tal vez no le importe a muchos. Pero la población sorda es parte importante de nuestra sociedad.

Creo que ya es hora que en colegios y universidades se hable de inclusión. Y que tengamos en cuenta a la población sorda. Que puedan tener acceso al conocimiento, a la ciencia y a la tecnología.

El evento de hoy viernes no solo tiene que ver con la memoria, también tiene que ver con la dignidad, y lo que Balzac llamó “La condición humana”.

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