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Vamos paso a paso
De otro lado hace falta salir porque la permanencia en casa produce unos efectos que pueden dar al traste con hábitos saludables.
Sábado, 16 de Mayo de 2020

Volver a la normalidad es el anhelo de muchos y por muchas razones, luego de este periodo de cuarentena durante el cual hemos permanecido aislados. Lo primero que se nos ocurre como argumento para salir de casa es decir que nos hace falta la calle, el contacto con las demás personas, participar en la habitual vida comunitaria. Lo cual es cierto, somos sociables por naturaleza, tenemos la necesidad de compartir con otras personas en muchos ámbitos y escenarios. 

De otro lado hace falta salir porque la permanencia en casa produce unos efectos que pueden dar al traste con hábitos saludables y estamos girando hacia el sedentarismo, que como es sabido es un factor de riesgo para varias enfermedades. Además la estancia prolongada en casa con las mismas personas alienta la posibilidad de roces entre ellas y en la medida que esté ausente la tolerancia surgirán los altercados y las conductas de choque personal, lo cual se ha hecho patente con las cifras conocidas de agresiones y violencia de género, donde las más perjudicadas son las mujeres. De tal manera que por salud mental también sería prudente salir del sitio de confinamiento. 

En la medida en que se prolonga la cuarentena y están reducidas las posibilidades de trabajo, con más énfasis entre quienes tienen un trabajo informal, los ingresos menguan y los recursos escasean  poniendo en peligro la seguridad alimentaria personal y familiar. El desempleo surge como un fantasma que se hace realidad y el número de cesantes crece, sobre todo si el teletrabajo no es una posibilidad.

Es necesario reiniciar el aparato productivo para disminuir el impacto económico de la pandemia, es por ellos que, las industrias, comercios y empresas de servicios deben volver a hacer parte del engranaje que impulsa el desarrollo de la ciudad y el país. En estas circunstancias se impone la gradualidad para retomar todas estas actividades, primero las más esenciales y luego las demás, para no echar por la borda lo construido hasta ahora con el aislamiento físico que en la medida de lo posible ha producido buenos resultados tal como lo han reconocido las autoridades sanitarias no solo de aquí sino de otras latitudes. 

No obstante a pesar de las medidas y el seguimiento obligatorio de algunas de ellas, el número de casos han seguido en ascenso y todavía no hemos llegado al pico que se refleje en las cifras la disminución de casos nuevos y decesos. Es prioritario por el bien de todos ser estrictos en el cumplimiento de protocolos para salvaguardar la salud. Vamos a estar de vuelta en el trabajo y las actividades de calle pero se requiere disciplina, aún mayor a la observada hasta ahora porque las posibilidades de contagio aumentan al entrar en contacto con un mayor número de personas potencialmente infectadas y con posibilidades de transmitir el virus. 

Los más viejos en algunas partes se han declarado en rebeldía y han manifestado que se les está discriminando al no permitírseles pasear en la calle con libertad plena o participar en reuniones; cuando la verdad es que la intención al mantenerlos en cuarentena es asegurar su integridad al alejarlos de las fuentes de contagio por ser ellos los que enferman con mayor gravedad y en muchos sitios son quienes ponen los muertos, de tal manera que no es una necedad. 

Un paso a paso es la metodología que se impone hoy y en los días siguientes por la seguridad de todos, si nos vamos todos a la calle los resultados son impredecibles y catastróficos.

jorgepabonl@yahoo.com 

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