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Aprender a perder
Se deben aceptar las pérdidas, tanto en los negocios como en otras actividades sociales, como experiencias que definitivamente impulsaran el cambio y el crecimiento del individuo.
Miércoles, 28 de Abril de 2021

Todos los seres humanos están lógicamente enfocados a ganar en cada una de las actividades que emprendan en su vida. Llegar a la cima es un deseo inherente al ser humano, pues produce recompensas psicológicas principalmente, pero también en otros casos financieras. Los líderes, ya sea en el campo político o empresarial, tienen este deseo de triunfar más desarrollado que otros seres de su misma especie.

Hoy la historia exige que los líderes deben aprender a perder con elegancia, como nos demuestran las últimas elecciones presidenciales en Estados Unidos. Se deben aceptar las pérdidas, tanto en los negocios como en otras actividades sociales, como experiencias que definitivamente impulsaran el cambio y el crecimiento del individuo. Se debe trabajar de una manera y en lugares donde se pueda perder sin ser considerado un perdedor. En resumen, como saber perder bien. 

Para lograr exitosamente la premisa anterior, se debe seguir las siguientes instrucciones: (a) cambiar el campo de competencia. Para entenderlo mejor, analicemos el caso Slack. El fundador y su equipo propusieron construir un videojuego multijugador. Cuando el proyecto no consiguió atracción lo cambiaron para utilizar la herramienta de comunicación interna que habían construido en un producto. En 2019 Slack fue comprada por 27.700 millones de dólares. (b) siempre juegue a jugar. Si disfruta de lo que hace y trabaja con un propósito, se preocupará más para lograr el éxito continuado del negocio y menos por quien gane o pierda a corto plazo. Recordemos a James T Carse con su idea de los juegos finitos e infinitos. Los juegos finitos terminan cuando alguien gana mientras que los infinitos son eternos, porque se juegan por jugar. Los líderes que juegan a juegos infinitos son los que inspiran a sus trabajadores porque tienen en sus negocios la creación de una misión y mantienen a su equipo cohesionado. (c)

Esté dispuesto a fallar rápida o lentamente. El fallar rápidamente tiene un importante valor, toda vez que ofrece lecciones de negocios en cuanto a la asunción de riesgo y emprendimiento. Por otra parte, el perder lentamente es agonizante con costos financieros y los líderes deben permitir que la gente sienta la frustración y pena del fracaso. Esto da seguridad psicológica para impulsar la innovación y productividad. (d) Sepa el momento oportuno para retirarse. El don de la oportunidad, que es muy utilizado en inversiones productivas, también debe practicarse ante la toma de la decisión de retirarse. Los líderes deben entender cuando sus acciones están solo impulsadas por mantener ventajas sin deseos positivos para sus clientes y empleados. El ser líder debe permitirles saber cuándo una victoria ha tenido un precio demasiado alto para la empresa y la sociedad. Nunca se debe maximizar los ingresos a toda costa. Muchos escándalos como Odebrech en Latinoamérica ilustran los peligros del afán de enriquecimiento.

Estas sugerencias no son la última palabra, pero si lo deben llevar a reflexionar sobre que tipo de perdedor quiere ser. Seguirán existiendo pérdidas personales fracasos estratégicos con costos financieros en las organizaciones. Estamos en un mundo incierto y así es la realidad del trabajo. Se debe pensar diferente sobre ganar o perder y así aspirar a una vida laboral con mayores satisfacciones. Sé feliz, aprende lecciones de los fracasos y no olviden que la vida es una actividad imperdible. 

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