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Chinácota en Cúcuta
Martes, 19 de Mayo de 2015

Ahora que el calor se ha hecho insoportable en nuestra ciudad, ahora que la piel se agrieta y el ambiente se vuelve pegajoso, ahora que el sol se enterquece sobre Cúcuta como un castigo, ahora es la hora de pensar en climas suaves como el de Chinácota, con sus gentes amables y sus paisajes hermosos y sus brisas refrescantes.

Pero para disfrutar a Chinácota, es bueno conocerla. Para gozarla a plenitud, es bueno meterse entre los vericuetos de su historia.

Para sacarle jugo a  su vecindad, lo mejor es compenetrarnos con ella, con sus gentes, con sus leyendas y sus logros.    

Y es eso lo que hará mañana miércoles, la Academia de Historia de Norte de Santander. A las 6 de la tarde, en la Biblioteca Julio Pérez Ferrero, habrá una sesión especial sobre Chinácota.

Álvaro Villamizar Suárez y Guido Pérez Arévalo, académicos vinculados ambos a Chinácota, el uno por nacimiento y el otro por adopción, serán los encargados de enseñar, mostrar, recordar y señalar diversos aspectos de la vida chinacotense, tan rica en historia y en leyendas y en vivencias.

Con la autoridad que les da su sapiencia, Villamizar Suárez y Pérez Arévalo nos llevarán por los caminos de los chitareros y de Alfínger y de Ursúa hasta los tiempos modernos. El Cerro de la Vieja, Iscalá, espantos del camino y sabrosas leyendas de Chinaquillo e Islavita harán de esta sesión una jornada inolvidable.

De esta manera cuando vayamos a Chinácota, en busca de su envidiable clima, ya sabremos mucho de lo que ha significado Chinácota en la vida del departamento y del país. Y si ya lo sabíamos, lo recordaremos con alegría y entusiasmo, por aquello de que recordar es vivir.

Durante mucho tiempo, Chinácota fue la sede del Concurso departamental de la belleza, donde se elegía a la reina que nos representaba en el reinado nacional de Cartagena.

Durante mucho tiempo, las Ferias y Fiestas de Chinácota fueron consideradas como las mejores del  oriente colombiano.

Durante mucho tiempo, las corridas de toros en la plaza de San Nicolás de Chinácota tuvieron fama y buen nombre en Colombia y Venezuela, por los toros, los toreros y los mataores.

Durante mucho tiempo Chinácota ha sido empujadora, atractiva, refugio de calentanos, descanso en puentes y festivos, paraíso de matrimonios, amoríos y noviazgos.

Chinácota ha sido, es y será siempre hermosa, por sus mujeres, sus  tradiciones y el encnto de sus valles y montañas.

Pues bien. Vamos a gozarnos a Chinácota, mañana. Vamos a volvernos chitareros, aunque sea por un rato.  La Biblioteca departamental, dirigida por Julio García Herreros, y la Academia de Historia de Norte de Santander, en cabeza de su presidente, Iván Vila Casado, traerán todo lo bueno de Chinácota a Cúcuta, en esta Cita con la Historia. ¡Imposible faltar!

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