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De espaldas a un debate
Son muchos los problemas acumulados en la región, los cuales no se resuelven por arte de magia, ni mediante discursos emocionales.
Domingo, 27 de Agosto de 2023

Aunque los 8 candidatos a la Gobernación de Norte Santander y los 16 a la Alcaldía de Cúcuta hablan todos los días sobre lo divino y lo humano a través de los medios de información, o lo hacen en sus reuniones de campañas, en las redes sociales o plataformas digitales, también en las animadas tertulias con seguidores, es poco lo que se conoce de ellos respecto a los temas prioritarios de la región. Dejan la impresión de su indiferencia ante los asuntos que les tocará manejar si son elegidos a los cargos pretendidos.

Son muchos los problemas acumulados en la región, los cuales no se resuelven por arte de magia, ni mediante discursos emocionales. La realidad cotidiana está surtida de necesidades insatisfechas de vieja data, en infraestructura vial, en servicios públicos, en desarrollo productivo en el campo, en educación, en salud. Los cultivos de coca, como factor del conflicto armado y los desatinos que afectan el medio ambiente, son parte lacerante del tejido de adversidades predominantes. Todo ello ofrece como resultado inocultable las malas condiciones de vida padecidas por la población con la permisividad de quienes han participado en la construcción de esta porción geográfica de Colombia.

Por ser zona de frontera son muchas las posibilidades de Norte Santander que debieran tomarse en cuenta. No cabe la indiferencia cuando se cuenta con un patrimonio natural como el páramo de Santurbán o cuando se impone una atención especial a la complejidad que atrapa al Catatumbo, una porción de Norte Santander caída en la desgracia de las violencias de los grupos armados y de la desprotección del Estado, incapaz de imponer planes que cambien tan abismal realidad. Aquí debiera la política alimentarse de compromisos relevantes en el sentido de darle prioridad a los asuntos de inequívoco interés público, un ejercicio que, por lo demás, es corriente en toda democracia funcional.

La desconexión de los candidatos de los temas señalados no tiene justificación. Ellos están obligados a demostrar que  conocen los asuntos propios del gobierno.  O que no son ajenos a los problemas que pesan sobre la región. Su autoridad va a depender también de su capacidad para tratar la agenda oficial. Por eso desde ahora, en campaña, están llamados a dar pruebas de que conocen cuanto les corresponderá manejar o que no son unos demagogos diestros en el engaño o la simulación.

Los partidos políticos, los medios de información, los gremios, las universidades y las organizaciones sociales debieran promover debates entre los aspirantes a los cargos de elección popular, lo cual permitirá probar su preparación, la que debiera respaldar su proyecto de gobierno.

Con franqueza hay que decir, a los candidatos que buscan el poder regional deben pasar al tablero y ponerse a prueba. Les corresponde demostrar idoneidad, como complemento de su honradez para manejar los recursos destinados a los programas que generen bienestar social y productividad económica.

No se puede llegar a las elecciones sin el conocimiento sobre la capacidad de los gobernantes en el cumplimiento de sus responsabilidades. Eso le garantizará a la política una función de verdadero interés común.

Puntada

Las recientes revelaciones sobre corrupción en Colombia son un expediente que descalifica a la élite que ha tenido el manejo del país y la deja sin autoridad.

ciceronflorezm@gmail.com

 

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