La colombiana costumbre de celebrarlo todo, se apoderó en recientes días de Cúcuta, a expensas de una nutrida programación patrocinada por la Alcaldía, con el ánimo de llevar esparcimiento y diversión gratuita a la población, según mi parecer, con un muy buen cartel de artistas y de eventos feriales bien intencionados.
Sin embargo, un cosa es, aplicar la política bien antigua por cierto, que la impusieron los césares en el Imperio romano, vieja conocida por la frase de “pan y circo para el pueblo”, que lograba el divertimento de la “plebe” a expensas de actividades salvajes en el famoso Circo Romano, y otra muy distinta es organizar un evento hoy en día, que con la disculpa de ser incluyente y popular, se sacrifique de la manera que se hizo, la movilidad de una ciudad que ya no es un villorrio, donde hay muchos ciudadanos dispuestos a pasarla bien en días laborales, pero la gran mayoría trabajamos, nos movemos y necesitamos de una muy bien organizada movilidad para llegar a nuestros lugares de trabajo o devolvernos sin traumatismos a nuestros hogares.
Es bien sabido que ciudades con una tradición ferial de años, como Cali y Manizales, disponen de lugares específicos y públicos, donde se desarrollan todos los eventos de sus ferias, sin tomarse a la brava las principales vías arterias de sus respectivas áreas urbanas, porque ni más faltaba, es obligación de todo el mundo irse de feria por decreto.
Y aquí fue la debacle, inaudito, antidemocrático y abusivo la manera como cerraron vías, taponaron corredores viales a tal punto que desencadenaron en los ciudadanos unos niveles de entorpecimiento de sus labores y de su cotidianidad de una manera absolutamente arbitraria por parte de la alcaldía y de la secretaría respectiva, por supuesto con el abuso de autoridad que esto conlleva.
El señor alcalde de la ciudad debe entender que no se puede organizar un evento pensando que gobierna un pueblito, si no, que gobierna para todo el mundo, para los dispuestos a emborracharse los días laborales de la mayoría, sino también respetando la movilidad y la tranquilidad del resto de los ciudadanos, que en una urbe con vías tan precarias, un taponamiento de horas de la avenida Los Libertadores, por ejemplo, es inconcebible.
Como en todo lo que se planea en esta ciudad y región, las autoridades no tienen el más mínimo problema en pasar por encima de los derechos de la mayoría, con tal de promover eventos que en verdad solo favorecen a los expendedores de licor.
Ni que decir, por supuesto, de la falta de cultura ciudadana para disponer de las basuras en las zonas públicas de la famosa feria, la visión deprimente de un muladar de basuras en zonas que deberían ser cuidadas al máximo, realmente hacía pensar si de verdad este tipo de actos en lugar de promover la cultura de una región, favorecen el desorden y la incultura de la población.
Por ultimo me resta preguntar, ¿qué tan oportuno es todo este derroche de gastos del circo para el pueblo, en una ciudad marcada por la depresión económica, el desempleo, la informalidad, las vías en pésimo estado, la falta de grandes proyectos por parte de la administración local, el incentivar algún sistema de APP, que traiga inversión y trabajo a nuestra región, en lugar de estar emborrachándose a costa de las autoridades?
