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De los museos
Norte de Santander tiene excelentes museos
Martes, 7 de Marzo de 2023

Después de varios años he vuelto a escuchar un candidato - así sea en recinto cerrado, por ahora - que nos habla de crear un museo en la ciudad de Cúcuta, un sitio seleccionado en medio del urbanismo que pueda mostrar un entorno antiguo y contenga una forma de destacar la importancia de la vida de la ciudad a través del tiempo. Un museo es una forma de presentación de la identidad local o nacional en los términos de la ciudad, es decir, constituye en sí mismo un sitio de convocatoria, una invitación al ciudadano común y corriente y al visitante a que se entere de cosas antiguas que hablan por las familias, el tiempo y la historia. Además, y muy importante, es una forma de planear la ciudad turística y de entenderla dentro de un compromiso institucional para que reivindique esa parte patrimonial, o, como se decía antiguamente, el alma de la ciudad, 

Norte de Santander tiene excelentes museos. Pamplona, por ejemplo, tiene el Museo Anzoátegui, el de Arte Moderno con las obras de Eduardo Ramírez Villamizar, el Arquidiocesano de Arte Religioso, Casa Colonial, Casa Águeda Gallardo y el Museo Militar General Fernando Landazábal Reyes. Ocaña cuenta con el Museo Antón García de Bonilla y el Museo de la Gran Convención. Este último  se integra con la iglesia de San Francisco donde se reunió la Convención de Ocaña, que en 2028 cumplirá 200 años de su convocatoria y será el momento oportuno para dilucidar muchos aspectos de la misma, como ya lo han hecho, con claridad meridiana y sin regionalismo, los cucuteños Jaime Buenahora Febres-Cordero, autor de “El proceso constituyente de 1991”, que contiene un capítulo recomendable sobre la Convención de Ocaña; y Enrique Vargas Ramírez, con el libro “Memoria de la Gran Convención. Vivencias de la relación Bolívar-Santander (Teatro)”.

Los museos de Ocaña son entidades culturales del Ministerio de Cultura y Red Nacional de Museos, administrados en algunas ocasiones por la Academia de Historia de Ocaña, la Alcaldía de Ocaña y Mincultura, con base en convenios fundamentados en la ley 10 de 1977, donde el Mincultura pagaba salarios de los servidores públicos del Museo, la Alcaldía pagaba servicios públicos y la Academia de Historia atendía al público.

Las anteriores son ideas que pueden servir para lo que desea el doctor Jaime Buenahora para Cúcuta, en su legítima aspiración a la Alcaldía de Cúcuta, y sus amigos aspiramos a que obtenga el favor popular en las urnas que, por su talento y trayectoria profesional y académica, lo merece. Después de visitar los más importantes museos alrededor del mundo el candidato Buenahora desea concretar para su ciudad uno que cumpla los estándares recientes del Ministerio de Cultura, “recuperando, hasta donde fuere posible,…”, como dice la ley citada anteriormente, los elementos que identifican el devenir de la ciudad para crear sentido de pertenencia.

 

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