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El Rimland desequilibrado
Occidente como en la Segunda Guerra Mundial, vuelve a ser gravemente retado.
Sábado, 21 de Octubre de 2023

Halford Mackinder y Nicholas Spykman, a principios del siglo XX definieron el corazón geopolítico del mundo (el Heartland), como el área ubicada entre Siberia y el Asia Central y a su zona circundante inferior (el Rimland), territorio que cubre desde Europa Oriental pasando través de los países de la meseta del Cercano Oriente, Turquía, Irán, Afganistán, el Tíbet y China y las tres penínsulas de Arabia, India y la malaya, y aunque la teoría ha sido muy debatida, parece pasar nuevamente al frente con los conflictos que hoy tienen la atención del mundo, todos los cuales se dan en el Rimland.

La invasión de Rusia a Ucrania desequilibró Europa Oriental y los antiguos estados soviéticos del Cáucaso, los cuales  ante la “debilidad” militar rusa mostrada, han desatado conflictos locales como el que se da entre Armenia y Azerbaiyán por el enclave de Nagorno-Karabaj.

La invasión rusa a Ucrania inicia el actual desequilibrio en el Rimland, con el efecto colateral de hacer de Alemania nuevamente un estado militar fuerte. La tensión en la península de Corea ha llegado a grados de ebullición y la amenaza de China sobre Taiwán y sus intenciones de dominio del Pacifico Oriental han traído una carrera armamentista en el Asia-Pacifico, que incluye a su vez el retorno como potencia militar de Japón.

El regreso de los derrotados de la Segunda Guerra Mundial. Y, como si faltara, el ataque terrorista desde Palestina sobre Israel, una vez más hace arder Oriente Medio.

En un mapamundi estos conflictos se ven como si estuvieran ubicados en las fronteras del Rimland. Los verdaderos actores retadores en esta geografía son Rusia, Irán, Corea del Norte y China que bien podrían considerarse un grupo unido por su antioccidentalismo, aunque están muy lejos de ser un grupo geopolíticamente compacto.

En lo religioso, van de expotencias cristianas (Rusia), a estados fundamentalistas islámicos (Chiíta), Irán, pasando por la potencia actual budista-taoísta de China y hasta estados ateos en la fundamentalista comunista Corea del Norte.

En lo económico son aún más dispares con China como una de las dos potencias económicas del mundo actual y Corea del Norte como uno de los países más pobres del mundo, algo así como el Haití asiático, en los extremos, pasando por una Rusia tercermundista y un Irán también tercermundista pero varios deciles por debajo de Rusia. Eso sí, todos son estados armamentistas con intenciones ofensivas que solo respetan la fuerza, a pesar de ser núcleos civilizacionales.

Su contraparte es esencialmente el mundo Occidental (el civilizacional) encabezado por la superpotencia americana, muy lejana geográficamente del Rimland y debilitada por la tibieza progresista interna, pero omnipresente en todo el mundo, y Europa Occidental y sus aliados de Europa, Asia, Oceanía y parte del África no árabe. América Latina es el mosco en la leche, con su giro al populismo izquierdista caracterizado por su incoherencia.

Unos defienden por radicalismo ideológico al eje Moscú-Teherán-Pionyang-Pequín, que es el caso de Gustavo Petro, Nicolás Maduro y el régimen cubano, otros son tibios, como Brasil y Chile y algunos otros son menos claros en sus alineaciones geopolíticas como México y Argentina, posición que explican en un discurso populista elemental común. Latinoamérica está muy lejos del Rimland, no solo geográficamente, sino geopolíticamente; es marginal en la geopolítica mundial.

El Rimland que según Spykman es una “zona borde, (que) con una o dos excepciones, todas las grandes civilizaciones del mundo se han desarrollado”, claramente es el terreno del choque civilizacional que hizo famoso Samuel Huntington.

Occidente como en la Segunda Guerra Mundial, vuelve a ser gravemente retado por estados radicales, militaristas y autocráticos. Y en ese choque no hay posición media, que siempre ayuda al violento, sino que hay que tomar bando, pues como vimos con Hamas, los odios son viscerales y todo vale, como con los nazis y los militaristas japoneses en la Segunda Guerra Mundial.

Petro no representa la posición política del pueblo colombiano, sobra decirlo.

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