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Fracasamos como sociedad
Traigo esto a colación tratando de entender el germen de la barbarie que está desatada en las últimas semanas en el departamento y país.
Sábado, 27 de Enero de 2024

Después de la bárbara conquista por los que llegaron a las costas de nuestra playa caribeña y comenzaron a entrar en las profundidades de la América grande, se encontraron con comunidades indígenas milenarias de una cultura excepcional que hasta los días de hoy siguen siendo objeto de estudio por parte de los historiadores.

Se reconoce que el encuentro entre los mundos no fue nada fácil por sus mismas dimensiones humanas del descubrimiento y conquista, pero además de la organización disciplinada científica, y social - política también detectaron las diferencias internas entre cacicazgos que fueron hábilmente aprovechadas para lograr el fin de darle tierras a Dios y la corona real, es decir, ya éramos violentos antes de su llegada y teníamos guerras para lograr poder y territorio.

Traigo esto a colación tratando de entender el germen de la barbarie que está desatada en las últimas semanas en el departamento y país.

Cuando se observaban en las redes sociales y medios de comunicación imágenes grabadas por cámaras de seguridad como la de un hombre persiguiendo con un machete a su pareja sentimental para querer decapitarla, otro video mostraba dos personas que le arrebatan la vida a un joven, todo en medio de una lucha por el control del microtráfico que enriquece a algunos y que deja terror, desolación y muerte a su paso en las calles, de la misma manera, se sumaban más de once homicidios cometidos en el primer mes de 2024 en la capital nortesantandereana causando un mayor repudio a las acciones violentas, cargadas de odio y pérdida total de la humanidad.

Por otro lado, también analizaba el tópico de quiénes consumen esta información, es decir, cuando tenemos la capacidad de ver el video completo del homicidio o ataque, a pesar de las sensaciones que causa en lo más interno de nuestro ser humano, aun así, lo vemos y, peor aún, lo compartimos.

¿Qué nos está pasando como sociedad?, ¿por qué somos cada día más violentos? Las respuestas son múltiples pero las reflexiones aún más; carencia de justicia, de orden, de presencia institucional del Estado y desmoronamiento de la moral.

A todas luces la ausencia de educación y formación en valores, destruyó el átomo de libertad que es la familia, primer ejemplo en nuestros niños y jóvenes, la legalización de lo incorrecto como verdad sin controversia y los ataques constantes a la desarticulación de las instituciones que garantizan la seguridad las fuerzas armadas en todas las especialidades.

Los niveles de violencia van en aumento, no importa que mañana se acabe el conflicto armado interno entre grupos ilegales o cualquiera que sea la producción de daño, la sana convivencia suena ya lejana.

La directriz es no dejarse del otro, ser más fuerte, responder con mayor fuerza sin proporcionalidad a la respuesta de la confrontación; no hay valor por permanecer con vida, se observa que incluso se llega creer que esto es normal.

Los indicadores internacionales nos dicen que cada vez la deshumanización de la violencia social es evidente, la especie humana perdió los límites de la razón y ahora que estamos en medio de tecnología y de políticas públicas más avanzadas en Estados de orden liberal con mayor número de derechos y acceso en línea a la información somos más violentos y nos autodestruimos.

 La sangre se nos hizo parte del escenario diario ya no tenemos pudor frente a la muerte, la ciudad y la región están en un callejón sin salida, la sociedad tiende al fracaso. En el fondo debemos sanar a la sociedad.


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