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He decidido ser feliz
Una persona feliz mantiene un buen humor, la risa remedio infalible contra el estrés y la depresión.
Viernes, 13 de Octubre de 2023

Sin temor a equivocarnos, todas las personas desde su nacimiento desean la felicidad, la añoran, la buscan, unos la encuentran, otros no. Se han escrito miles de libros sobre el tema y seguirán escribiendo pues es un tema de nunca acabar.

Grandes filósofos en el pasado definieron la felicidad de acuerdo con la percepción de su época y siguen vigentes a la fecha.

Aristóteles consideró la felicidad como el supremo bien y el fin último del hombre. Es la máxima aspiración humana y resulta del todo posible lograrla conjugando los bienes externos, del cuerpo y del alma.

Para Sócrates, la felicidad es el último bien del hombre y se logra con la práctica de la virtud.

Para Epicuro la felicidad es placer, serenidad, un estado en el que no hay perturbaciones del alma ni dolor alguno.

En conclusión, la felicidad se aprecia por ser un estado de satisfacción y bienestar permanente, con breves intervalos de perturbaciones y tristezas, que, con resiliencia se superan rápidamente.

La resiliencia es un proceso de adaptación a la adversidad, a un trauma, tragedia, amenaza, ruptura o fuentes de tensión significativa, es aceptar lo que no se puede cambiar.

Una persona feliz, toma distancia de la gente tóxica (criticonas, envidiosas, quejosas, testarudas, manipuladoras, controladoras etc.) y si no es posible por cualquier circunstancia, hay que armarse de paciencia e intentar ser persuasivos, hablando de forma tranquila y siendo empáticos. Afrontar con estoicismo esa pena o dolor que le pueda causar.

Una persona feliz vive agradecida con lo que tiene, sin angustiarse por lo que no, hace el bien en forma natural, piensa positivamente, cuida su cuerpo, procura buenas relaciones con sus familiares, su pareja, si la tiene, amigos y compañeros de trabajo.

Una persona feliz no envidia los éxitos y bienes materiales de los demás, por el contrario, siente satisfacción.

Una persona feliz, perdona con facilidad, con empatía, que el rencor no se la merme o quite (la felicidad), aumentando el estado de ánimo y optimismo, pues no perdonar se relaciona con depresión, ansiedad y hostilidad.

Una persona feliz, mantiene un sueño, realista, se prepara constantemente en conocimiento, en manualidades, un arte, aprender a tocar un instrumento musical o habilidad para un juego.

Una persona feliz tiene amor propio, se acepta a sí mismo, por el físico, personalidad, carácter, actitud y comportamiento.

Una persona feliz mantiene un buen humor, la risa remedio infalible contra el estrés y la depresión.

Podríamos seguir enumerando actitudes de la persona feliz, hasta una gran enciclopedia, pero ni el espacio en el periódico alcanza, ni mis conocimientos llegan a tanto. 


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