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La discusión sobre el salario mínimo
A riesgo de simplificación empiezo por el debate científico.
Domingo, 20 de Octubre de 2019

La discusión sobre el salario mínimo (SM) no es nueva y existen diversas escuelas de la economía que pretenden crear una base para la fundamentación de las reformas laborales. Al respecto, el debate científico en la economía no es concluyente.

Recientemente, dos poderosos gremios empresariales; ANIF y FENALCO han propuesto una idea sobre el SM con profundas implicaciones para el desarrollo del país.

A riesgo de simplificación empiezo por el debate científico; hoy existen varios enfoques que alimentan la discusión sobre el funcionamiento de los mercados laborales y el SM; la escuela neoclásica y las escuelas postkeyenesianas son dos de ellas. 

Me concentro en la perspectiva dominante en economía (la neoclásica) que plantea que el SM es una de las causas del desempleo y un obstáculo para la generación de empleo. 

La explicación neoclásica parte de los supuestos que hay muchos empresarios y trabajadores que participan en los mercados, sus conductas y decisiones son racionales o muy próximas a la maximización de beneficios; estos agentes económicos poseen información perfecta (o imperfecta) y los salarios son flexibles al ajustarse automáticamente (o con rigidez) a las fuerzas del mercado. 

En consecuencia, empresarios y trabajadores no influyen en los resultados de los mercados laborales y menos en los salarios de equilibrio (SE).

El efecto inmediato es que sí el Estado como agente externo establece un SM por encima de los SE genera desempleo y distorsiona el óptimo del mercado. 

Eliminar este tipo rigideces ocasionadas por los gremios y los sindicatos o por la influencia que ejercen estos en la política económica, crea pérdidas de eficiencia y equilibrios subóptimos. 

Según estos resultados, la receta neoclásica propone reformas laborales que flexibilicen la contratación, los pagos salariales y de prestaciones de seguridad social: al eliminar o disminuir el SM, al introducir pagos por horas o días; al ampliar (o reducir) la jornada laboral, al eliminar (o disminuir) los costos por despidos y por pago por horas extras. 

La receta neoclásica propone contratos ágiles que disminuyan las responsabilidades empresariales. 

Otra receta neoclásica es introducir reformas diferenciales que flexibilicen el pago de salarios y de prestaciones sociales con un valor menor frente al SM y condicionados a contratos de aprendizajes, por la experiencia en el oficio y por productividad; donde la edad del trabajador y el desarrollo de las regiones ofrece una ventana de oportunidad para eliminar rigideces en los mercados de trabajo que conllevan al abaratamiento de los salarios y la generación de incentivos empresariales para la creación de empleo a un precio costo-eficiente, bajo esta idea, los mercados producen un estado superior de optimalidad y de utilidad general.

Una consecuencia del análisis neoclásico es que los costos sociales del desempleo y de la informalidad (empresarial y laboral) serán altos y persistentes en ausencia de la aplicación de estas recetas. 

Estas recetas se han practicado a nivel mundial con profundas implicaciones sobre la pobreza, la distribución del ingreso y la riqueza, que en ausencia de políticas sociales complementarias en muchos casos, tales reformas, exacerban las desigualdades y el descontento social, poniendo en jaque los frágiles sistemas democráticos en el mundo.

En Colombia, la evidencia científica revela que el efecto del SM sobre el desempleo y el empleo no es concluyente, no obstante, el SM sirve como un mecanismo distributivo diferenciado en el sector formal e informal con impactos positivos en la demanda agregada y en el crecimiento económico. 

En síntesis, la idea propuesta por ANIF y FENALCO sobre el SM no solo tiene un discutible fundamento teórico, sino, que los hallazgos científicos y las bases políticas son contradictorias y débiles. Por tanto, hay que considerar que la discusión centrada en la reducción de costos laborales como ventaja competitiva es limitada y muy dañina tanto para la productividad cómo para los resultados y las expectativas sobre la equidad en el marco del Estado Social de Derecho.

*Docente e investigador de la Universidad Libre (Seccional Cúcuta). Twitter: @jramiz17 

Email: jramirez7801@gmail.com

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