Dentro de las enseñanzas de Julio César, Pretor de la época romana, figura la paremia: “La mujer del César no solo debe serlo sino parecerlo” cuando repudió a su esposa Pompeya por las suspicacias que surgieron con relación a las fiestas en las que solo asistían mujeres, pero en una de ellas, a escondidas, se les coló un hombre.
Con todo el respeto que me merece, por ser la primera dama de la Nación, Verónica Alcocer con esa tanda de excentricidades está dando mucho de que hablar. Llega a las correrías mostrando sus dotes de bailarina exótica en un intento por demostrar acercamiento ante las comunidades y se hace videos y fotos semidesnuda en una sesión de masajes en las playas de Cartagena.
En escasos 8 meses por cuenta del Estado colombiano, visitó al Papa Francisco, a los reyes de España, al ex primer ministro japonés, Shinzo Abe, en Tokio y asistió a los funerales de la reina Isabel II en Londres, designada por decreto presidencial como Embajadora especial.
Como primera dama, se ha convertido en la mejor palanca para el nombramiento de una serie de amigos, algunos sin experiencia, en altos cargos del Estado, entre ellos, aunque no es alto cargo si recibe millonarios honorarios en jugosos contratos con talento humano de la presidencia, el señor Adolfo Martínez Carrillo conocido como “Nerú”, para hacerle masajes.
Es asidua asistente a las sesiones de la comisión VII de la Cámara donde su mejor amigo de hace 30 años Agmeth Escaf en su presidente. Su influencia se percibe, al convertir al presentador de la televisión en un petrista furibundo, representante a la Cámara y presidente de la Comisión.
Con esta serie de acciones, pareciera que trata de emular a Evita Perón llamada la “abanderada de los humildes” y la” madre de los descamisados” en la Argentina.
Evita, como primera dama, en 1947 impulsó y consiguió la sanción de la ley de sufragio femenino, tras la cual buscó la igualdad jurídica de los cónyuges y la patria potestad compartida, defendió los derechos de los sectores más vulnerables y promovió programas sociales a través de su fundación Eva Perón, como la creación de instituciones educativas, hospitales Etc.
La señora Alcocer en cambio se le conoce es por lo rumbera y por incitar al consumo de la marihuana a los colombianos en su éxtasis en sus sesiones de masaje cuando manifestó: “con marihuana se siente más rico”
Por eso, sería una mala copia de Evita, porque la mujer del César...
