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No es cosa de locos
En el lenguaje popular la demencia se relaciona con locura.
Domingo, 16 de Enero de 2022

Desde hace algún tiempo para acá estamos viendo más casos de demencia, es la referencia que me hacen algunos para advertir que más personas están siendo diagnosticadas con esta enfermedad, la cual era rara en décadas pasadas. Es posible que ahora muchos tengamos noticias de alguien que ha sido diagnosticado con esta patología.

En el lenguaje popular la demencia se relaciona con locura y ello puede tener su origen en el significado encontrado a este término en los diccionarios, así por ejemplo la RAE (Real Academia de la lengua Española) la define: locura, trastorno de la razón. De ahí también se deriva el uso del término demencial como algo caótico, absurdo e incomprensible y se aplica a los actos humanos con extraordinario daño, ejemplo de ello son los ataques terroristas o los crímenes atroces.

En el sentido estricto desde el punto de vista médico las demencias son  enfermedades mentales con trastornos graves de la conducta, con distorsión del juicio, deterioro del intelecto con una causa orgánica y que aparecen con frecuencia en la vejez, aumenta con la edad, aunque en fecha reciente se ha descrito en jóvenes. Sus causas son múltiples. Sus características más importantes son: alteración de la memoria, el pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje, el lenguaje y el juicio.

Lo cierto es que le número de enfermos con demencia está en aumento. Para 2019 se estimó que había en el mundo un total de 57 millones de personas afectadas por esta enfermedad y según los cálculos que se hacen para el año 2050 se pronostica que para esa fecha 153 millones de personas vivan con demencia en todo el mundo, producto del mayor envejecimiento y el aumento de la población. Esto significa que un periodo de tres décadas el número de enfermos se triplicará.

Estos datos se derivan del estudio Carga mundial de enfermedad y que acaba de ser publicado y hace estas estimaciones para 204 países. Al mismo tiempo que identifica cuatro factores de riesgo que pueden ser modificados y cambiarían la tendencia en el aumento de casos. Estos son el fumar cigarrillos, la obesidad, niveles elevados de azúcar en la sangre y la baja escolaridad. Anota el estudio como ejemplo que al mejorar el acceso a la educación mundial se podría reducir la demencia en todo el mundo en 6,2 millones para el año 2050.

Lo interesante de esto es lo que destaca la autora principal de esta publicación: “Nuestro estudio ofrece pronósticos mejorados para la demencia a escala mundial, así como a nivel país, brindando a los responsables políticos y expertos en salud pública nuevos conocimientos para comprender los impulsores de estos aumentos, basados en los mejores datos disponibles”.

De tal forma que los gobiernos, incluido el nuestro, actual y futuros, no deberían hacerse los locos con esta situación y tomen cartas en el asunto destinando recursos y apoyo para las personas en riesgo de padecer demencia y adopten políticas encaminadas a modificar los factores que están identificados e inciden en las cifras de esta enfermedad.  

¿Cuál de los candidatos a la presidencia tomará esta bandera? No solo para la campaña sino para ejecutar programas de impacto que logren cambiar la tendencia que se advierte con relación a la demencia y los cuatro factores identificados.  

jorgepabonl@yahoo.com

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