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¡No más radicalismos!
os cucuteños debemos continuar con el proceso de fomentar una “economía propia”,  pero estos resultados despiertan un optimismo mesurado.
Martes, 15 de Diciembre de 2015

Diez y siete años tuvieron que pasar para que la oposición venezolana representada en la MUD (Mesa de Unidad Democrática) ganara unas elecciones parlamentarias. Con una amplia mayoría controlará la Asamblea de diputados con la esperanza de hacerle contra peso al régimen de Nicolás Maduro y empezar una transición democrática que saque al país de la crisis económica y social que atraviesa.

Muchos esperaban un fraude por parte del oficialismo, cosa que por el bien de Venezuela no ocurrió, ya que la oposición estaba dispuesta a “cuidar sus votos” y hacer respetar los resultados a toda costa, augurando fuertes enfrentamientos entre militantes de cada bando.

Los cucuteños debemos continuar con el proceso de fomentar una “economía propia”,  pero estos resultados despiertan un optimismo mesurado, ya que puede ser el inicio de un restablecimiento progresivo de las relaciones comerciales entre los dos países y todo lo que eso implica para la zona de frontera.

Los hechos políticos ocurridos primero en Argentina y ahora en Venezuela muestran cada vez más que la famosa amenaza del “Castro-Chavismo” incluida en los discursos de políticos de derecha radical en Colombia, se queda sin fuerza ni sustento alguno, y pasa a ser una simple estrategia para desprestigiar la firma de un acuerdo de paz entre la guerrilla y el gobierno colombiano.

Decir que el proceso de paz estaría en peligro por los resultados electorales del Chavismo es erróneo y sin fundamento, por el contrario considero que esta situación le da mayor poder de negociación al gobierno colombiano para exigirle a las Farc que se avance más rápido y que se acepten los puntos del gobierno sin mayores reparos, ya que con la derrota del Chavismo en las urnas, esta guerrilla empieza a perder uno de sus principales aliados internacionales.

En Venezuela no ganó la derecha ni perdió la izquierda, ganó el pueblo democrático. Perdió el totalitarismo disfrazado de “Socialismo del siglo XXI”. La triunfante Mesa de Unidad Nacional (MUD) es un frente común con partidos Socialdemócratas, Liberales, Cristianos, de Centro Derecha, de Centro, de Centro Izquierda, etc., que se mueve en un espectro político más cercano al centro, alejado de los radicalismos de izquierda y derecha.

Así como en Colombia pasamos de una derecha radical a una posición más de centro, Venezuela empieza su proceso de dejar a un lado el mal llamado Socialismo del siglo XXI para llegar a un equilibrio ideológico que logre la reconciliación nacional. Las posturas políticas extremas, sea del lado que sean, sustentan su discurso político en el miedo, presentando a su antagonista como la principal causa de los problemas en una sociedad, pero nuestros países empiezan a despertar y a entender que ni los radicalismos de izquierda ni los de derecha son la solución, el camino es la reconciliación, la libertad y la paz en nuestras naciones.

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