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Prolegómenos del cambio
Pasamos la página de la campaña electoral.
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La opinión
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Domingo, 3 de Julio de 2022

Después de la tormenta siempre viene la calma. Pasamos la página de la campaña electoral y conocidos los resultados quedó definido que Gustavo Petro será nuestro próximo presidente para el periodo 2022-2026. Cesaron las agresiones que tuvieron su máxima expresión durante todo el periodo previo a la elección en un proceso que estuvo cargado de agrias expresiones, maniobras de todo tipo y términos descalificadores.

Las dos semanas siguientes a la elección nos mostraron la inicial euforia de los ganadores, como una lógica consecuencia, tal como lo dice el profe Maturana “El que gana es el que goza” y en medio de esa expresión jubilosa no han faltado las alusiones al “vivir sabroso” que prometió la ahora electa vicepresidenta Francia Márquez, aunque hizo la aclaración que para alcanzar este modus vivendi es necesario trabajar, no todo vendrá por cuenta de los subsidios.

Luego vinieron los acercamientos por parte del mandatario electo con los más caracterizados opositores empezando por el expresidente Álvaro Uribe y Rodolfo Hernández, pasando por Germán Vargas Lleras, en la búsqueda de consensos y unidad nacional, lo cual se verá reflejado en el apoyo que pueda obtener en el Congreso de la república para poder sacar adelante los proyectos de gobierno porque su propia bancada no le garantiza las mayorías que se requieren para aprobar sus iniciativas.

Mientras tanto hay cierto malestar en el seno del movimiento que impulsó su candidatura, la corriente más radical, los cuales no están alineados con la postura conciliadora del recién elegido presidente y se han manifestado por la marginación del proceso de empalme y la designación de futuros miembros del equipo de gobierno, el descontento procede de los dirigentes de Fecode y Gustavo Bolívar. Por estos hechos se conjetura que hay fisuras en el Pacto histórico.
 
Por ahora se sabe que viejas figuras de la política nacional, no propiamente de la izquierda, ya tienen el nombramiento para ocupar cargos ministeriales, Álvaro Leiva Durán de extracción conservadora será el canciller y el economista Antonio José Ocampo el ministerio de hacienda, cargo que convertido en el más importante dentro del nuevo gobierno porque será el responsable de liderar la reforma tributaria, con nuevos impuestos a los contribuyentes y así obtener los recursos para ejecutar las promesas hechas en campaña.
 
Por ahora en el campo de la salud solo hay especulaciones. Se da como un hecho el nombramiento de Carolina Corcho como ministra de salud, ella ha estado muy comprometida en el movimiento que apoya al nuevo presidente y lo conocido hasta ahora es que una de las tareas que pretende  el nuevo gobierno es eliminar la intermediación de los recursos de la salud existentes en la actualidad, lo cual significa la desaparición de las EPS para encargarse el gobierno de hacer directamente los pagos a los prestadores de los servicios de salud.  Habrá un sistema articulado entre las IPS y el ente encargado de manejar ese capital en una nueva red donde los pacientes puedan tener acceso a los servicios de manera oportuna. Esto tomará tiempo y habrá que establecer los controles necesarios para que el dinero no tome un curso diferente a su destino original.
 
Quedamos a la expectativa de lo ocurra en este mes previo al inicio del gobierno del cambio. 

jorgepabonl@yahoo.com

 

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