La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Columnistas
¡Que bellezura!
Y los señores de la mancha amarilla, queriendo disfrazar el bloqueo, lo llamaron paro de taxistas.
Lunes, 6 de Febrero de 2023

El pasado 26 de enero, ante el bloqueo que un buen número de taxistas de la ciudad les impusieron a los habitantes del área metropolitana de Cúcuta, aproveché para adelantar en el centro de la ciudad una serie de diligencias que tenía aplazadas por aquello de los trancones que en forma cotidiana dificultan el normal desplazamiento por esta zona. A fe cierta que fue una hermosura poder movilizarme en un tiempo récord por las diferentes calles del centro sin avizorar eso que llaman, no saberlo, si peyorativamente o lo contrario: “la mancha amarilla”

Y los señores de la mancha amarilla, queriendo disfrazar el bloqueo, lo llamaron paro de taxistas. No señores, paro es paro. Es no salir a prestar el servicio, dejar los carros parqueados en sus casas y no bloquear las vías principales de entrada y salida de una ciudad capital, impidiendo la libre circulación de una gran masa de ciudadanos, urgidos por diferentes motivos que no pudieron realizar sus diligencias, por la flagrante violación a sus derechos constitucionales.

Dentro de los exabruptos de las peticiones, solicitaron la renuncia del Secretario de Tránsito y Transporte de Cúcuta doctor Jorge Mayid Gene, punto innegociable por cuanto se perdería la institucionalidad. También solicitan el arreglo de los mil y pico de kilómetros deteriorados de la malla vial de Cúcuta que tiene un costo aproximado a los 2,5 billones de pesos, cifra impensable en el raquítico presupuesto municipal. De chiripa, como dicen en el argot popular, no le pidieron la renuncia al burgomaestre Jairo Yáñez. Y el control por parte de la policía a los carros que prestan el servicio de Uber e inDriver. Al respecto, les digo al gremio de taxistas, que eso se solucionaría si prestaran un buen servicio, sin abusos de tarifas como está ocurriendo en la ciudad con la mayoría de conductores que no respetan el uso del taxímetro y cobran a su antojo exageradamente, sin consideración con el usuario a pesar de que en el año anterior la administración municipal les autorizó un aumento cercano al 40%, como lo reseñé en una de mis columnas anteriores.

Como paradoja, les expongo una experiencia personal con un conductor de taxis en días anteriores, en horas pico de la tarde, me cobró, una vez abordado el mismo, y darle la dirección de destino, del supermercado la Canasta a la cancha de San Eduardo, que normalmente tomo y es carrera mínima, la suma de $10.000. Me horroricé manifestándole que me iba a quejar a la autoridad competente, y soltó una carcajada que todavía retumba en mis oídos. Por supuesto, me bajé del vehículo y escribí un mensaje al WhatsApp, número 3142086460 que figura para las quejas de tránsito en el Área Metropolitana de Cúcuta, preguntándoles si podía denunciar un abuso de un taxista. Desde hace 15 días estoy esperando me respondan. Ahora entiendo la CARCAJADA del taxista.

Se necesita señor Mayid ya que lo tienen entre ojos los taxistas, meter en cintura a este gremio, a los abusadores, poniendo a disposición de los usuarios una línea dónde instaurar las denuncias, pero que sea bastante publicitada y de verdad sea efectiva en la resolución de las mismas. Para que las carcajadas cesen.

Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en http://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion

Temas del Día