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Recordando a Cote Lamus
Eduardo Cote Lamus había nacido en Cúcuta en 1928.
Jueves, 13 de Octubre de 2022

“Venía de Pamplona. Al terminar la Recta de Corozal y antes de empezar el descenso, hizo detener el vehículo en el sitio preciso desde donde se divisa, abajo, el caserío de La Garita, y más allá, a lo lejos, los resplandores de la ciudad que, a la madrugada, tienen un toque especial, como un embrujo o un encantamiento teñido de brisa.


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“Del otro lado de la vía, el golpe de las aguas del Pamplonita contra las piedras y barrancos, y los cantos de las ranas parecían salmodias que se regaban en dirección al cielo.

“El poeta descendió del automóvil, sacó del maletín de poemas que siempre llevaba consigo una botella de aguardiente que traía desde Pamplona, donde acababa de asistir a una fiesta de cumpleaños.

-“Quédese, Eduardo, -le habían dicho sus amigos.- La madrugada es fría y el camino se diluye en la neblina.

“El poeta se negó. Tenía una cita al otro día con el Presidente de la República, Guillermo León Valencia, para posesionarse como Ministro de Educación. Y, sin saberlo, tenía otra cita, ineludible, que aún no había anotado en su agenda.


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“Descendió, pues, del carro, levantó la botella de aguardiente al infinito, brindó con la musa de las inspiraciones, y recordó con su voz grave y musical de poeta, algunos d sus versos:

“…Yo padecí la luz./ Tenía la frente como una mañana recién hecha/  luego vino la sombra/ y me sembró sin darme cuenta/ la señal amarga… 

“Aquella madrugada le cantó a la luna, a las estrellas, a la tierra. Y le cantó al amor:

“Todo vive en ti, todo está en tus ojos:/  la ciudad, el mar, la espiga, el universo…

“Otro aguardiente y le cantó a la vida, a esa vida que ahora se le abría esplendorosamente. Pero no les cantó a los árboles. Y los árboles, celosamente doloridos, dieron la orden de interrumpirle su camino de laureles, de tiples y de gloria. Fue la noche equivocada del poeta.

“La noticia dijo al día siguiente que Eduardo Cote Lamus, gobernador de Norte de Santander, había muerto al chocar su carro contra un árbol de la noche, en La Garita, un caserío del hoy municipio de Los Patios, situado a veinte minutos de Cúcuta.

“Fue el 3 de agosto de 1964. Era una madrugada sin luna, y en esa madrugada se resquebrajó la poesía nortesantandereana como se resquebraja el viento con el golpe de la tormenta.

“Eduardo Cote Lamus había nacido en Cúcuta en 1928. Cursó el bachillerato en Pamplona y estudió Derecho en la Universidad Externado de Colombia en Bogotá, y finalmente en España cursó estudios de lingüística. Vivió para la poesía. O mejor, la poesía vivió en él…”

He citado estos fragmentos de mi libro “El pueblo de los molinos de viento y otros relatos”, para sumarme al homenaje que un grupo de escritores le organiza por estos días a Cote Lamus, en lo que ellos han denominado Encuentro binacional de la palabra.  

Liderados por la inquieta y excelente escritora Liliana Varón Villamizar, los organizadores Alda Sánchez, José Logatto y el artista plástico Ignacio Cáceres han juntado esfuerzos para reunir escritores de Colombia y de Venezuela en una especie de festival de la palabra que va desde mañana viernes hasta el domingo, teniendo como sedes a Cúcuta, Los Patios y Villa del Rosario.

El homenaje central será a Cote Lamus, pero de igual manera harán reconocimientos muy merecidos a los escritores Orlando Cuéllar Castaño, Carlos Rodolfo Carrillo y a la escritora venezolana fallecida Lolita Robles de Mora.

¡Excelente manera de difundir nuestra cultura regional!

gusgomar@hotmail.com

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