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Terrorismo sin paliativos
Ese padecimiento tiene una carga desgarradora y por lo tanto debiera llevarlos a una cruzada común de paz.
Domingo, 22 de Octubre de 2023

Todas las violencias que asedian al planeta tierra son criminales y condenables. Son portadoras de la barbarie y están destinadas a oprimir la vida, en beneficio de la casta que negocia con la muerte para acumular utilidades manchas de sangre y de odios.

La agresión de la semana pasada de Hamás contra Israel es un acto de guerra repudiable. Con todo, no puede servir de pretexto para bendecir las acciones emprendidas por los gobernantes de Israel contra el pueblo palestino, al cual le han cerrado la posibilidad de tener un Estado con las garantías de autodeterminación y los derechos inherentes a todos los pueblos.

Israel es un Estado con reconocimiento de la comunidad internacional. Eso también obliga a su gobierno a obrar con sujeción a los principios de coexistencia pacífica. Y debe admitir que el tratamiento de paria dado a la comunidad de Palestina es contrario a los principios de la democracia.

La verdad es que los ataques brutales a Israel por parte de Hamás no tienen atenuantes. Corresponden a una escalada criminal con afectación no solamente para el territorio que agrupa a los judíos como nación sino a todo un continente en forma más directa y al resto del mundo. Esa acción debe ser condenada.

Pero tampoco la conducta de Hamás debe dar lugar a la respuesta vengativa de Israel en los términos en que lo está haciendo. No puede ser paliativo para actos de guerra. Y la comunidad internacional no puede ser pasiva ante esos hechos.

Y no se trata solamente de que paren los ataques de parte y parte, dado que son acciones de guerra de alto impacto, sino que los actores asuman la construcción de la paz entre ellos con las garantías debidas que están expresadas como normas de cumplimiento multilateral. A este respecto no hay lugar a esguinces si se procede con responsabilidad.

Israel y Palestina han sido víctimas de la violencia durante mucho tiempo. Ese padecimiento tiene una carga desgarradora y por lo tanto debiera llevarlos a una cruzada común de paz.  La creación del Estado palestino sería un soporte para el entendimiento, con beneficios recíprocos. Y conseguir ese abrazo equivaldría a un hecho histórico, capaz de desarrollar un saneamiento para tantas heridas que se han abierto con el filo de la insensatez y de intereses que terminan en la avaricia perversa.

Si el pueblo de Israel cuenta con un Estado que le ha dado legitimidad e independencia no hay razón para desconocer ese derecho a los palestinos. Así se le restarían espacios a los factores de perturbación.

Una de las tareas prioritarias de la humanidad en esta etapa debiera ser la de su propia protección con la previsión de no repetición de las confrontaciones pasadas. Todos los espacios de violencia deben cerrarse y en cambio estimular el goce del conocimiento con la irrigación de la savia de la cultura en forma generalizada.

La Organización de las Naciones Unidas está llamada a liderar la paz entre todos los pueblos con predominio de la democracia que haga prevalecer lo mejor de la condición humana.

Puntada

El próximo domingo son las elecciones regionales. Es la oportunidad para que los ciudadanos le infundan fortaleza a la democracia escogiendo para los cargos de gobierno a los mejores candidatos.

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