El viernes pasado el entrevistado por el periodista Diego Aretz en el Metropolitam Club de Bogotá fue José Félix Lafaurie, exviceministo de Agricultura, columnista de la Opinión, presidente de Fedegán y hoy en día integrante de la Comisión que se reúne en la Habana con el Eln, con el propósito de encontrar la paz en Colombia. Sin duda que hoy sus opiniones sobre la paz, el futuro posible de Colombia, sus análisis y percepciones de lo que puede suceder en los próximos años en el país son un referente para la opinión de una paz con el esquivo grupo guerrillero. Hay tal nivel de polarización en Colombia que hoy muchos le critican a Lafaurie por participar de esa mesa, o como alguien en el auditorio le alcanzó a decir que si acaso no creía que el Eln lo estaba era utilizando. El exviceministro no dudó en señalar que lo tenía claro, que incluso sabía que en cualquier momento “le podían dar una patada y sacarlo”. Un dato curioso, a la entrada me encontré con el hijo del entrevistado, Juan José, joven abogado javeriano quien me manifestó: “vine a escuchar y acompañar a mi padre, pero no estoy nada de acuerdo con todo esto”. Seguramente el hijo es más del lado de la mamá senadora.
Toda una historia trágica lo que ha sido la violencia en Colombia. En 1957 nuestro gran poeta Jorge Gaitán Durán, cofundador de la revista Mito, entrevistó a un exguerrillero mítico, Eduardo Franco Isaza, quien en 1953 se había opuesto a la entrega incondicional de la guerrilla, y en aquella entrevista decía: “La atroz violencia gubernamental arrojó a los campesinos de sus casas, los dirigió a lugares escabrosos, los instaló en el miedo”. Nada fácil encontrar la paz en Colombia.
Después de escuchar la interesante entrevista de más de hora y media, Lafaurie dijo varias cosas como estas: se han firmado varios acuerdos en la Habana que son muy importantes en los que el Eln entiende que va a buscar la participación de la sociedad civil, algo así le entendí, que el grupo rebelde entiende que deben enviar un mensaje de que son verdaderamente un grupo interesado en el proceso político, que el país no los vea como una organización criminal; el próximo 2 de agosto es una fecha determinante en el proceso de paz, porque a partir del día siguiente el Eln debe parar todo secuestro, toda extorsión, por supuesto que no más bombas, o como lo decía el mismo Lafaurie: “El Eln se comprometió a parar ese tren de violencia”. Ya en la cena tenía oportunidad de preguntarle, y más proviniendo de una región como el Norte de Santander en la que por eso que vemos todos los días tenemos muchas razones para desconfiar, y le preguntaba a Lafaurie sobre lo que podría suceder si después del 3 de agosto si ocurren nuevos actos violentos. Durante toda su intervención se percibe en el interlocutor que en efecto, una vez más, en cualquier momento este proceso se rompe, y dijo algo que me llamó la atención, “es que Colombia puede terminar en una balcanización”.
Ante todo, hay que reconocerle a Lafaurie el rigor y el compromiso que ha asumido en esta mesa de diálogo, con una buena fundamentación histórica como le escuché hablando con Manuel Guillermo Cabrera sobre el escritor español Arturo Pérez Reverte. Otra manifestación del entrevistado “Colombia está nadando en coca y el mundo no tiene como asumir toda esa producción, y por ello, esa droga y su consumo está llegando a los pueblos más pequeños”. El general Héctor Fabio Velasco señalaba que cerca de un 16% de la población norteamericana tenía problemas de adicción. Un tema muy interesante que mencionó Lafaurie para nosotros: “ todo esto puede conducir a un Plan Marshall para las regiones”. Muchas cosas más, un tema largo, un gran debate le espera a Colombia.
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