El dólar se ha mantenido durante estos primeros días del año entre los $3.800 y $4.000, en un precio favorable al consumidor colombiano. Los cambios que se han dado en la cotización son bajos y suceden ante cualquier hecho o expectativa sobre todo en el campo internacional.

Por ejemplo, el lunes 12 la divisa americana se cotizó a $3.906 y el martes 13 subió a $3.915, todo parece indicar que se debió al conocerse el informe de la FED (la Reserva Federal) sobre la baja en la inflación en Estados Unidos a 3.4%, más de lo esperado por las autoridades de ese país.  La meta es el 2%, desde el 9.1% en 2022.

Con el petróleo ha sucedido algo similar con la cotización, pues las expectativas de los acontecimientos internacionales o los hechos reales, sobre todo en el Oriente Medio, inciden considerablemente en el precio. Así, el Brent (Referente de Colombia), subió el jueves a US$ 82.76 el precio del barril, en parte por los inventarios en Estados Unidos que apenas subieron 5.5 millones de barriles, 4% por debajo de la medida establecida.

Pero en Colombia las flores contribuyen a cambiar el panorama en el mes de febrero con el día de San Valentín, pues es una gran oportunidad para demostrar que, somos el segundo país exportador de flores en el mundo, luego de Países Bajos, y el primero como exportador de claveles.

El día de San Valentín, las exportaciones nacionales superaron los 700 millones de unidades de flores, mientras al año se exportan entre 5.000 y 6.000 millones de unidades a cerca de 100 países.

Entre enero y octubre de 2023 la exportación de flores colombianas representó 1.644 millones de dólares, de los cuales 322.5 millones fueron de rosas.

Según el Banco Mundial en su reciente informe sobre perspectivas económicas, la economía mundial va camino a registrar su peor desempeño de las tres últimas décadas. A Colombia le bajó la nota sobre la previsión del crecimiento a 1.2%.

En Colombia seguiremos esperando que del cielo caigan más rosas, gracias a San Valentín, cuya fiesta se celebra desde el año 496 cuando el papa Gelasio lo programó como “Patrono de los enamorados”.