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Una sola China y Taiwán
Pero llegó el momento en que quería ser presidente y saltó como la alternativa para interpretar a quienes querían atajar a Gabriel Turbay.
Viernes, 14 de Abril de 2023

Hace pocos días, Honduras reconoció a la R.P. China como la única China, rompiendo relaciones con Taiwán, las que mantenía desde hace muchos años.  Es una vuelta de tuerca más -opinan algunos- en el giro político que está protagonizando América Latina para reconocer al gigante asiático como una gran potencia económica y comercial.

Diversos analistas coinciden en que Honduras establece relaciones con China para atraer más inversiones.  Ello, como ocurre con la mayoría del resto de países del mundo, no es obstáculo para mantener vínculos comerciales con Taiwán, lo que significa que en Taipéi (capital de Taiwán) dichos países no tienen Embajadas, sino solo Oficinas Comerciales.

Respecto de esta singularidad, es bueno recordar que en el APEC (Foro de Cooperación Asia Pacifico), uno de los más importantes que cubre al 80% de la economía global, justamente para permitir la participación de Taiwán a la vez que lo hace China, se habla de economías no de países. 

En nuestro continente mantienen relaciones con Taiwán, pocos países.  En centro América, Guatemala y Belice y en Suramérica, Paraguay.  Debiendo agregarse, que la mayoría de los países de la región han convertido a Beijín como su primer o segundo socio comercial, a la vez que China es el principal inversor en la mayoría de ellos. 

Honduras fue precedido por Panamá, El Salvador, República Dominicana y Nicaragua, que en los últimos años han roto relaciones diplomáticas con la isla en favor de la República Popular China. En todo el mundo solo trece países mantienen relaciones con Taiwán, siendo Honduras, el noveno país del mundo y el quinto de Latinoamérica que desde 2016 rompe relaciones con Taiwán.

Cuba por afinidad ideológica fue el primer país latinoamericano en establecer relaciones con Beijing, siendo estas distantes atendida la cercanía de La Habana con Moscú.  Lo sigue Chile en 1970, cuando gobernada Salvador Allende.  Y a partir de 1972, cuando el presidente norteamericano, Richard Nixon viaja a Beijing, la mayoría de los países de la región comienzan a trasladar sus Embajadas a la China continental.

Antes de Honduras, Nicaragua tras las controvertidas elecciones generales de noviembre de 2021, en las que Daniel Ortega fue reelegido para un quinto mandato, rompió relaciones con Taipéi, hasta ese momento uno de sus mejores socios económicos y principales cooperantes, firmando en julio del año pasado, un Acuerdo de Cosecha Temprana, paso previo al Tratado de Libre Comercio (TLC).

Antes de Nicaragua y Honduras, República Dominicana estableció relaciones diplomáticas con China en mayo de 2018 rompiendo con Taiwán, que acusó a Beijing de estar ofreciendo créditos a interés muy bajos en busca de su objetivo, lo cual -de ser verídico- es usual.

En 2017 Panamá también rompió con Taipéi, reconociendo el principio de "una sola China", siendo el preámbulo para la firma de más de treinta acuerdos bilaterales.

La firma de un TLC fue también el motivo para que El Salvador anunciara en agosto de 2018 la ruptura de relaciones con Taiwán, el que aún no se suscribe.

Por su parte, al presidente guatemalteco Alejandro Giammattei -que acaba de recibir la visita de la presidenta taiwanesa- y mantiene relaciones bilaterales con Taiwán desde 1960, considera a Taipéi un "aliado estratégico para el desarrollo".

En Paraguay, las relaciones con Taiwán, vigentes desde 1957, son tema de debate en la campaña para las elecciones presidenciales del próximo 30 de abril.   Y mientras la oposición valora como "una opción importante" una posible relación con China, el presidente Mario Abdo, califica a Taiwán como "faro de la democracia".

Por ello, se dice que tales opiniones son una muestra de que la guerra fría aún subsiste en nuestro continente.

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