En Cúcuta se hace cada vez más intenso el debate sobre si es posible o no que la Alcaldía asuma el pago de los servicios públicos de los más pobres mientras dura la emergencia originada por el coronavirus.

Esta semana se sumó a la discusión la Personería Municipal, que en un oficio remitido al alcalde Jairo Yáñez Rodríguez le solicitó hacer un estudio, con el fin de viabilizar esta medida, teniendo en cuenta la situación que afrontan hoy las comunidades de los estratos 1 y 2, principalmente.

La administración municipal, sin embargo, se mantiene en que la prioridad en estos momentos es garantizar la alimentación de las comunidades más vulnerables y afectadas por el confinamiento, puesto que “el hambre no da espera”, y mucho más si se tiene en cuenta que la crisis desatada por la llegada de la COVID-19, no será cuestión solo de uno o dos meses más.

Así lo dejó claro el mandatario de los cucuteños, al explicar que el manejo de la pandemia tiene al menos cuatro fases (alistamiento, respuesta, estabilización y recuperación), que se prolongarán hasta finales de año o comienzos del próximo, y todas requieren de recursos importantes.

En un video difundido en las redes sociales de la Alcaldía, Yáñez dijo que para su gobierno existen tres temas claves en medio de esta coyuntura, los cuales son: alimentación, salud y servicios públicos.

Sin embargo, enfatizó en que la prioridad hoy son los dos primeros, puesto que son los que han demandado una mayor urgencia de atención y recursos.

“Los servicios públicos están financiados a tres años y si se necesita, el municipio va a dar la comunicación con el alto gobierno y con las empresas para ver si es necesario correr esa financiación a mucho más tiempo. Pero ya tenemos esa solución, a nadie le están cortando los servicios, ese no es el afán. El afán del municipio está en la alimentación”, manifestó el alcalde.

En ese sentido, reiteró que en estos momentos es fundamental asegurar los dineros que se tienen y que, en su criterio “no están a la vuelta de la esquina”, dándole prioridad a lo urgente como es la entrega de alimentos y la dotación de la infraestructura de salud para poder atender a todos los pacientes.

“Aquí es donde tenemos que priorizar nuestro trabajo. De manera que, para neutralizar las especulaciones, que si se cambian o se condonan (los servicios), ese no es el discurso, el discurso ahorita es básico: alimentación y salud”, manifestó Yáñez, al tiempo que insistió en que los cucuteños pueden tener la tranquilidad de que su administración día a día está dándole desarrollo a todos los temas que les preocupan a los ciudadanos.

¿Cuánto  le podría costar al municipio el pago total?

Ante lo dicho por el mandatario de la ciudad, en el sentido de que los recursos con los que cuentan hoy se deben orientar, principalmente, a garantizarle comida y salud a los cucuteños, La Opinión averiguó cuánto le podría implicar al municipio, mensualmente, el pago total de los servicios públicos de las cerca de 160.000 familias que componen los estratos 1 y 2.

Al respecto, se conoció que el costo por mes de los servicios subsidiados como energía, acueducto y alcantarillado, y aseo le implicarían a la administración municipal una inversión de unos $26.000 millones, solo en los estratos más bajos.

Actualmente, el municipio le gira a las empresas de servicios públicos un promedio de $8.500 millones correspondientes a los subsidios de los estratos 1, 2, y 3, lo cual conllevaría que, al asumir el pago total de las facturas, la Alcaldía tendría que buscar $17.500 millones más cada mes, mientras dura la emergencia por el coronavirus.

Solo si se asumiera el pago completo de la energía eléctrica de los cucuteños más pobres, la administración tendría que recoger un poco más de $15.784 millones por los estratos 1 y 2, según el valor facturado en marzo de este año. Esta cifra no incluye el impuesto de alumbrado público que suma aproximadamente $3.000 millones.

Por  acueducto, alcantarillado y pilas públicas, el valor sería de $6.311 millones, incluyendo el subsidio que ya es asumido por el municipio.

El gobierno local ha dicho en varias oportunidades que en estos momentos no puede disponer de todos estos recursos, teniendo en cuenta que los ingresos propios se han visto afectados por la misma calamidad pública.

Y es que según las proyecciones que había hecho la administración, ellos esperaban recaudar unos $51.390 millones en la presente vigencia, pero a marzo solo ingresaron $23.639 millones, que corresponden a un 46%.

La secretaria de Hacienda, María Virginia Valencia, también le dijo recientemente a La Opinión que si bien hace unas semanas se incorporaron unos $40.000 millones al presupuesto de este año, apenas $10.000 millones eran de recursos propios y en esa medida, el resto  no se podrá utilizar para subsidiar los servicios de los más pobres.

Entre tanto, desde el Ministerio de Minas se informó que aunque hoy la Alcaldía de Cúcuta tiene recursos de regalías en caja por cerca de $5.000 millones, si quisiera destinarlos todos al pago de servicios públicos no podría, puesto que, mínimo, el 30% deben irse a salud.

El otro 70%, es decir, los $3.500 millones restantes, sí los pueden invertir en las propias necesidades del municipio.

Algunos concejales han sugerido que la administración podría acudir a un crédito si así lo quisiera, pues está en la capacidad financiera para asumirlo. No obstante, esta es una idea de la que, por ahora, no ha hablado la administración de Jairo Yáñez.