Un grupo de al menos ocho encapuchados, haciéndose pasar como integrantes de la banda criminal La Línea, son señalados como los responsables del asesinato de un adulto y un menor de edad venezolanos, además del secuestro de un tercero en la trocha La Mulata.

Todos trabajaban con gasolina de contrabando en la frontera que colinda con la vereda Santa Cecilia en la vía a San Faustino.

“Veníamos del otro lado (Venezuela) a vender gasolina en Colombia cuando los tipos nos estaban esperando al otro lado del río y se llevaron al jefe de nosotros. A mí me dejaron en un hueco amarrado y como pude me solté. A los otros dos compañeros los corrieron hacia otra parte”, señaló el joven sobreviviente.

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Según su relato, todo ocurrió en la mañana y al lograr escapar se devolvió rápidamente hacia la población de La Mulata en el estado Táchira (a escasos metros de distancia) y alertó a los familiares de los pimpineros sobre lo que estaba ocurriendo. 

Al rato, sonaron unos disparos y presintieron que algo malo había pasado. Así que se llenaron de valor para ir a buscarlos siendo encontrados asesinados, uno junto al otro, en medio de la maleza y junto a un árbol.

Los familiares identificaron al menor como José Alejandro Cuero Machado, de 17 años, 'Yerry'; y al adulto como Yorquy Rafael Ruiz Escobar, de 21, 'Lento', cuyos familiares se encuentran en el estado Portuguesa.

Un guardia

Sobre la persona secuestrada dijeron que se trababa de Yair Humberto Carrero Tapias, 'Ciego', de quien aseguraron presuntamente pertenecía a la Guardia Nacional Bolivariana, era oriundo de La Mulata, pero estaba de vacaciones.

El viernes debería regresar –dijeron- a su puesto en la ciudad de Caracas y sería hijo de un comandante de la misma guardia venezolana. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición, ninguna autoridad del vecino país se había pronunciado al respecto.

El coronel José Luis Palomino López, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, señaló que los cadáveres fueron dejados, por coordenadas, en territorio venezolano, pero por razones humanitarias fueron levantados por unidades de criminalística de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín). 

Sobre los móviles, el oficial expresó que se trataría de un tema extorsivo (por el no pago de cuotas) referente al tráfico de combustible ilegal en pimpinas.

Cobros

Un grupo de pimpineros señaló a La Opinión que desde días atrás se escuchó el rumor de que una banda delincuencial estaría cobrando, desde territorio colombiano, por el paso de gasolina y habrían fijado una cuota de $5 millones a cada punto por donde se pasara el combustible desde el vecino país.  

“Se desquitaron con los chinos para que copien (aprendan). Al secuestrado se lo llevaron hacia el lado colombiano y estarían exigiendo $10 millones por la liberación. En la Mulata  no hay problema, porque todo esta militarizado y está ‘asegurado’ el paso de la gasolina”, señaló uno de los pimpineros.

De manera extraoficial, se conoció que al llegar las primeras unidades del Grupo de Operaciones Especiales (Goes) alcanzaron a observar a algunos de los delincuentes, pero al notar la presencia policial escaparon por el río.

Los cadáveres fueron trasladados a la morgue del Instituto de Medicina Legal en Cúcuta a la espera de que sean reclamados por los deudos.