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Cúcuta
Adiós a Edulfo Suárez, voceador del diario La Opinión
El hombre de cabello blanco y enormes lentes falleció este miércoles en el Hospital Universitario Erasmo Meoz. 
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Miércoles, 6 de Noviembre de 2019

Edulfo Suárez, uno de los voceadores más antiguos del diario La Opinión, falleció este miércoles en el Hospital Universitario Erasmo Meoz, luego de presentar complicaciones en su salud. 

Edulfo, de 73 años, pasó más de medio siglo gritando "prensa" en las calles de Cúcuta. Desde los 16 años, con su chaleco rojo y gorra, recorrió a diario toda la ciudad.

No tuvo una ruta predispuesta, solo visitó un par de clientes en su recorrido mientras gritaba a todo pulmón: prensa, llegó la prensa.

El hombre de cabello blanco y enormes lentes pasó más de 50 años de su vida entre el sonido de las busetas, automóviles, motocicletas y los agudos gritos de su cansada garganta.

Aunque vendió toda clase de noticias en los diferentes periódicos que voceó: La Opinión, Q’Hubo, El Tiempo y El Espectador, nunca se detuvo a leer ni los titulares de las notas ni sus contenidos, alegando que no le quedaba tiempo para hacerlo.

La primera vez que vendió un periódico recibió un pago de 30 centavos. No recuerda exactamente si fue una edición de los desaparecidos Diario de la Frontera o Cosmos, porque fue mucho antes de meterse de lleno al negocio.

“Cuanto tenía 7 años ofrecía periódicos en las esquinas, pero eso era solo un pasatiempo. Tomé esta labor como oficio cuando tenía como 15 años”, recordó el voceador de pocos dientes, en 2013 cuando La Opinión lo entrevistó para contar sus historia.

Edulfo aseguró en ese tiempo que empezó con La Opinión desde su fundación, cuando con un pequeño linotipo, que reposa en las instalaciones de la casa editorial, imprimían los ejemplares que él vendía en las calles cucuteñas.

La jornada del voceador de 66 años arrancaba a las 6:30 de la mañana cuando salía de su casa en el barrio La Victoria, en la ciudadela Juan Atalaya, para irse a recoger en el centro los 40 ejemplares de los dos periódicos locales.

Si le iba bien, terminaba a las 10:30 de la mañana, si el día ‘está pesado para las ventas’, duraba hasta las 5 de la tarde deambulando por las calles con los periódicos en la mano. Siempre buscó que no se le quedera ninguno de los que sacaba.

“Vocear periódico ha sido y será mi oficio hasta el último día de mi vida. No hago algo diferente”, expresaba. 

“Prensa, prensa,” era lo que gritaba don Edulfo, quien ahora descansa en paz.

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