El hallazgo en el proyecto de realineamiento de la avenida Gran Colombia, relacionado con la responsabilidad sobre el alcantarillado de aguas lluvias fue tomado de forma favorable por algunos concejales, debido a que se trató de una advertencia oportuna y necesaria que deberá ser incluida no solo en este sino en otros proyectos de la administración municipal.

Según el concejal Oliverio Castellanos, este tipo de solicitudes también se habían hecho en el Concejo, “en materia de los estudios y diseños, e hice la observación para que se tuvieran en cuenta las redes de acueducto y alcantarillado, y Planeación ya se había llevado esa inquietud”.

Por ello, señaló como inconcebible que no se hubiesen tenido en cuenta los resultados de los debates, dado que incluso las obras que se ejecutan en la modalidad comunidad-gobierno tienen entre sus condiciones la verificación de las redes de acueducto y alcantarillado.

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Por ello, pidió que se haga un replanteo y no se vaya a iniciar la obra de realinetamiento “hasta que no se le garantice a la ciudad que se van a cambiar esas redes”, o cuando se certifique que dichas redes tienen suficiente vida útil “para que en dos o tres años no estén rompiendo las vías, lo cual constituiría un detrimento patrimonial”.

Por su parte, el concejal Bachir Mirep dijo que “estas recomendaciones tienen que ser tenidas en cuenta antes de la construcción y mantenimiento de las obras, si no, en el corto plazo pueden verse daños que afecten la sostenibilidad de las obras”.

Por ello, señaló que es importante que los encargados de la obra tomen suficientes medidas para evitar “daños previsibles”.

“Todos estamos de acuerdo con que la obra se realice”, dijo. “Va a beneficiar la calidad de vida y la movilidad, pero es importante que se haga con base en estas observaciones que se están haciendo a tiempo”.

Por ahora, la preocupación que manifestaron los integrantes de la corporación radica en la financiación de esta parte del proyecto, pues según Mirep, “si en principio, en el pliego de condiciones no se contempló este rubro, ahora es difícil”, y se requiere una buena planificación, a través de convenios, o recursos adicionales que no provengan de valorización.

Castellanos coincidió, y dijo que con un presupuesto ya determinado, se tendría que hacer un contrato diferente, “con recursos propios, y eso le corresponde al municipio, por medio de un contrato de obra pública”, señaló, a la vez que conminó a la administración a realizar “un estudio serio que diga cuánto le vale al municipio cambiar las redes”.