La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Cúcuta
Dramático testimonio de una mujer asediada por su expareja en Cúcuta
Luis Eduardo Parra Caicedo incendió la casa donde vivía Diana Patricia Fajardo, con quien tiene tres hijos.
Image
La opinión
La Opinión
Jueves, 17 de Enero de 2019

Las reiteradas amenazas de muerte de manera directa y mediante mensajes de voz y texto, sumado a los hechos violentos de que ha sido víctima, hacen temer lo peor a una joven asediada por su exmarido, quien clama protección urgente de las autoridades.

La historia de Diana Patricia Fajardo Jaimes y Luis Eduardo Parra Caicedo inició cuando ella apenas tenía 13 años, y él 20.

Ella estudiaba sexto grado en la escuela Carlos Toledo Plata, en el barrio del mismo nombre, cuando conoció y se enamoró de ese conductor de buseta que a diario veía pasar cerca de su casa. 

El 13 de junio de 2010, a los 14 años, se fue a vivir con él y a los 15 ya había tenido un hijo suyo. Hoy, con 22 años, los hijos suman tres: dos niños de 7 y 6 años, y una niña de 11 meses.

Luis Eduardo Parra Caicedo, quien en la actualidad es conductor de un autobús de turismo que cubre la ruta La Parada (Villa del Rosario)-Ipiales (Nariño) en la frontera con Ecuador, tiene 29 años.

Una relación conflictiva

Los padres de Diana nunca miraron con buenos ojos esa relación, porque ella era menor de edad y además por haber dejado tirados los estudios para aventurarse con alguien que apenas conocía. 

El papá de Fajardo Jaimes se fue a la tumba en 2015 con el dolor de dejar a su hija en manos de alguien que la maltrataba constantemente y quien en varias oportunidades mostró comportamientos violentos, según el dramático relato.

Al morir el progenitor, la mamá decidió vender la casa en Toledo Plata para comprar un lote en el barrio Villas del Tejar, donde construyó una vivienda y junto a ella un modesto apartamento para que Diana viviera. 

Allí las cosas transcurrieron en un buen ambiente pese a que él en el pasado le había pegado y roto la ropa en varias oportunidades; sin embargo, los problemas de pareja se agudizaron hacia septiembre de 2018, cuando fueron constantes los maltratos físicos y sicológicos, porque de los insultos con palabras soeces pasaba a los golpes. 

Esa vida que estaba llevando obligó a Diana a decirle que ya no quería vivir más con él y que se fuera de la casa, lo que hizo que las cosas empeoraran porque llegaba en las noches y la obligaba a tener relaciones sexuales, al punto de llegar una madrugada borracho y armado con un cuchillo para abusar de ella. 

"Ese día no me mató de milagro, porque yo no tuve más remedio que quedarme quieta porque me ponía la punta del cuchillo en la garganta, el pecho y el abdomen; eso fue terrible, porque además grabó un video cometiendo el hecho. Por eso no quiero volver a vivir en ese apartamento".

La mujer relató que tuvo que esperar a que Luis Eduardo Parra se quedara dormido para poder escaparse de la habitación y dar aviso a la Policía, pero no lo detuvieron y solo le recomendaron que se fuera de la casa. 

Al ver que las cosas se habían agravado, decidió marcharse para una casa que arrendó con dos amigas en la avenida 7N No. 4-23 del barrio Molinos del Norte, pero hasta allí también fue a buscarla y siguió así su suplicio; fue entonces que le interpuso una caución. 

Prendió la casa

El 16 de diciembre le dijo que le enviara los niños con una hermana para entregarles los regalos de Navidad, comprándole una bicicleta a cada uno y un peluche a la niña; esa noche durmieron en la casa de los abuelos en el barrio San Miguel. 

El 17 de diciembre fue a llevarle los niños pero ella no se encontraba en casa, por lo que empezó a llamarla, escribirle mensajes groseros y proferirle amenazas.

Ella, conociendo sus amenazas, fue al CAI de la Policía del Aeropuerto a pedir que la acompañaran por la medida de protección que tenía, pero los uniformados le dijeron que primero debían atender un llamado de emergencia por un incendio.

En ese momento, siendo las 9 de la noche aproximadamente, Diana recibió la llamada de un vecino en la que le informaba que su expareja le había prendido candela a la casa y se estaba quemando. 

Efectivamente, todas las cosas de la casa se quemaron, ropa, enseres y lo que tenían las personas que allí habitaban, incluido un dinero, quedando sin nada. 

La Policía que atendió la situación detuvo a Parra Caicedo cerca al lugar de los hechos, porque algunos vecinos les manifestaron que había sido él quien ingresó a la casa por el techo e inició el incendio.

Sin embargo, dos días después fue dejado en libertad, pese a que Diana Patricia instauró la denuncia ante la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía, donde le manifestaron que debía esperar a que la llamaran, advirtiéndole que el caso se podía demorar entre uno y dos años.

Entre tanto, Diana vive su propia pesadilla refugiada en casa de un familiar donde debe dormir en el suelo con su niña de 11 meses, y con sus niños lejos de ella porque están en casa de los familiares de Luis Eduardo. 

No ha recibido una medida de protección y teme por su vida, además de que la dueña del inmueble está reclamando que le arreglen la casa, cuyos daños podrían superar los $10 millones, pues el incendio afectó la infraestructura. ¿Qué hará falta para que las autoridades actúen en este caso? 

Temas del Día