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Cúcuta
El drama que esconden los accidentes viales
En el mundo, cerca de 1,2 millones de personas mueren al año en estos hechos.
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Viernes, 17 de Noviembre de 2017

Detrás de cada cifra de muertos o lesionados en accidentes de tránsito, hay un drama que afecta no solo a las víctimas directas de los siniestros, sino a todo su núcleo familiar y a su entorno. 

En el mundo, cerca de 1,2 millones de personas mueren al año en estos hechos, según el Informe sobre la Situación Mundial de la Seguridad de la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

Según el Observatorio Nacional de Seguridad Vial, el 2016 fue para Colombia el año con la tasa más alta de víctimas fatales del último quinquenio. Sin embargo, gracias al esfuerzo de entidades como la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), quienes trabajan a diario en campañas e implementación de modelos que permitan generar conciencia en todos los actores viales, la cifra de muestros en  accidentes ha logrado reducirse en un 6% en los primeros 9 meses de 2017. 

Mañana, cuando se celebra el Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tráfico, La Opinión presenta un homenaje a tres víctimas a las cuales un accidente de tránsito les cambió la vida. A pesar de sus limitaciones, cada mañana luchan por salir adelante.   

Juan José Diez no podrá volver a jugar baloncesto

El giro que dio la vida del joven Juan José Diez, de 20 años, luego del accidente de tránsito que sufrió el pasado 31 de julio, fue calificado por él mismo como si se le hubieran escapado, de un totazo, 30 años de vida.

Después de ser jugador titular de baloncesto en el quinteto nortesantandereano de Cañoneros, con cuya escuadra había defendido los colores del departamento en los dos últimos años, ahora Juan José debe conformarse con leer los informes de prensa de aquellas hazañas y con ver por televisión el deporte que más le apasiona.

Luego de las tres intervenciones quirúrgicas que le han practicado tras fracturarse el fémur  izquierdo y de romperse los músculos del antebrazo derecho, luego de que la motocicleta en la que se desplazaba chocara con un carro que omitió hacer el pare en una esquina, Juan José dice que su recuperación, si es que se da completamente, solo le permitirá caminar, pero no jugar o trotar. No podrá hacerlo nunca más, debido a las secuelas que le deja el accidente.

“La vida me cambió tanto después del accidente...  Pasé de valerme por mis propios medios a depender de mis papás en todas las actividades: ponerme los zapatos, bañarme, vestirme y hasta peinarme, todo tuve que hacerlo con la ayuda de ellos”, dice Diez.

Lo que más le preocupa es que tres meses después del siniestro sus huesos no han sellado completamente. Sus días transcurren sentado viendo televisión, yendo a los controles médicos y a la universidad Libre, donde estudia segundo año de derecho.

“Yo era un joven que practicaba mucho deporte, me gustaba trotar y montar bicicleta, y ahora no lo puedo hacer, a duras penas medio camino”, dice. 

Aconseja a los conductores a ser más precavidos y tener activados los cinco sentidos cuando vayan por las vías. Hacer los pares adecuadamente, no pasarse los semáforos en rojos e, incluso, así se lleve la vía, ir a baja velocidad, ya que esto último es lo que desata los accidentes.

“La vida es lo principal y si se acatan las normas cuando se conduce,  no habrá nada de qué lamentarse”, concluye. 

Las ganas de vivir las tengo intactas: Antonio González

Antonio González, de 50 años de edad, pasa las horas sentado en un sillón de su casa en el barrio Quinta Bosh. Esta rutina la cumple de manera obligada desde hace seis años cuando fue atropellado por un carro que iba en reversa por la calle 11, frente a la sede del Instituto Técnico Nacional de Comercio, en el centro de la ciudad.

Era un 4 de agosto y tenía un día de haber salido a vacaciones. Ese día, a las seis de la mañana, decidió ir hasta la empresa donde trabajaba como conductor a buscar algo que había dejado abandonado en su oficina, con tan mala fortuna que una mujer que conducía su carro en reversa lo embistió y le causó dos fracturas: una del fémur de la pierna derecha y la otra del antebrazo derecho. 

Quedó inconsciente y tres horas después despertó en una clínica de la ciudad con dolores en todo su cuerpo.

Recordó que llevaba 14 años de empleado y nunca había estado incapacitado. Entonces comenzó su drama. Ese día en la clínica le practicaron la primera cirugía, pero en la recuperación, a los 15 días, un intenso dolor le sobrevino y por ello debió ser sometido a una segunda cirugía, debido a que uno de los clavos de la platina que le instalaron en su pierna le empezó a perforar el hueso.

Dos años después de cirugías, controles médicos, idas y venidas de la clínica, empezó a enfrentar otras secuelas:  hipertensión, pero además, el recorte de dos centímetros de mi pierna derecha, quedé cojo”, relata González.

Seis años después, González no pudo volver a su puesto de trabajo, ya que su incapacidad se lo impidió. No pudo tampoco volver a hacer deporte y hasta perdió a su esposa. “He tratado de buscar empleo, pero nadie me contrata por mi edad. Esto es muy duro, por mi cabeza pasan muchos pensamientos. Solo Dios sabe cuánto he sufrido por este accidente”, dice.

Al recordar todo lo que le ha pasado después del accidente de tránsito, González dice que se siente un viejito sin poder producir para sostener a sus cinco hijos. “A cada santo le debo una vela, sin embargo, las ganas de vivir las tengo intactas”, dice.

“La vida se puede perder  en un cerrar y abrir de ojos, y eso no es justo”

El accidente de tránsito en el que perdió su pierna derecha el patrullero de la Policía Jhon Alfredo Acevedo Ferreira, de 24 años, ocurrió en cuestión de segundos.

Sucedió hace tres meses. Acababa de terminar su turno en la subestación de policía de La Floresta, en la vía Cúcuta-Puerto Santander. Iba a bordo de su motocicleta hacia su casa en el barrio Santa Teresita, en la ciudadela La Libertad.

“Todo transcurría en completa calma, venía a menos de 50 kilómetros. Adelante mío iba un automóvil  el cual de repente se frena y queda estacionado en plena calzada. Yo lo intenté esquivar, pero en esa maniobra mi moto choca y caigo en la calzada contraria con tan mala fortuna que en ese instante pasaba una volqueta y me pasa por encima de la pierna”, relató Acevedo.

Eran las 8 a.m., en el sitio Agua Blanca, de la citada vía. Tirado en el piso y sin saber aún que estaba fracturado, Acevedo intenta incorporarse pero no puede. Su pierna derecha estaba quebrada en varios pedazos.

Cuando fue llevado a la clínica, los médicos no tardaron mucho en concluir que había que amputarle la pierna por las múltiples fracturas. “Es una situación terrible, porque yo estaba bien y de repente en cuestión de segundos pierdo una pierna. Además, yo no venía borracho ni mi moto presentaba fallas mecánicas”, relata Acevedo.

Él dice que valerse por sus propios medios no le ha sido posible aún. Cuenta con la ayuda de sus familiares para trasladarse de un lugar a otro y aunque sus heridas ya sanaron el hecho de no contar con una de sus piernas aun no lo supera. No obstante, está tranquilo de que la institución no le dará la espalda. 

“Al principio no podía moverme por mis propios medios, pero ya lo puedo hacer en silla de ruedas”, dice. Al referirse al conductor que le cerró el paso estalla en lágrimas. “Solo les digo a quienes conducen en carretera que piensen un poquito en lo que hacen. Hoy fui yo, pero mañana puede ser un mismo familiar el que resulte herido o muerto. La vida se puede perder en un cerrar y abrir de ojos, y eso no es justo”.

Bajan cifras de victimas por accidentes pero aún falta: ANSV

Con ocasión de la conmemoración del Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tráfico, establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas el tercer domingo del mes de noviembre, hablamos con el director de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, ANSV, Ricardo Galindo Bueno, acerca del panorama mundial y la situación en Colombia.

¿Que cifras de víctimas registra el mundo a causa de los accidentes viales?

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud -OMS en 2015, a pesar de las mejoras en seguridad vial, alrededor de 1,25 millones de personas mueren cada año como consecuencia de colisiones en el tránsito, y dejan lesionadas  hasta otros 50 millones de personas.

¿Cuál es la población más afectada?

Los hechos de tránsito son una de las causas de muerte más importantes en el mundo, y la principal de personas entre los 15 y  29 años. Los usuarios más vulnerables son peatones, motociclistas y ciclistas que representan la mitad de todas las víctimas mortales ocasionadas por los siniestros de tránsito. En Colombia, el creciente aumento de las víctimas en condición de Motociclista ha llevado a que los últimos 5 años representen alrededor del 48% de las víctimas fatales y más de la mitad de las no fatales.

¿Que se está haciendo?

Esta situación nos impone retos a todos los países por un lado, mejorar nuestra legislación y verificar el cumplimiento de la misma, en lo relativo a los cinco factores de riesgo más importantes que afectan la seguridad vial: velocidad, conducción bajo  efectos del alcohol,  uso del casco para motociclistas, uso del cinturón de seguridad y sistemas de retención infantil; esto como una forma de regular el comportamiento de los usuarios de la vía. Y por otro, para que los tomadores de decisiones logremos que los vehículos y las carreteras sean más seguros para los usuarios.

¿En Colombia que indican las cifras?

R.G.B. Sin ser conformistas porque aún podemos lograr mucho más, el 2017 muestra avances en la reducción de la morbimortalidad asociada a hechos de tránsito.  Entre enero y octubre de 2017 se registran 5.306 fallecidos en hechos de tránsito, en comparación con el mismo periodo de 2016, equivale a una reducción del 5,5%, lográndose salvar la vida de 307 personas en las vías del país y evitando lesiones graves a por lo menos a 2.500 personas más.

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