Lucila Méndez, vendedora de aguas en el centro, podría ser una de las pocas beneficiadas con el intenso calor y la sensación de resequedad que afectan a Cúcuta.

De vender 30 bolsas de agua diarias,dice, duplicó sus ventas gracias a la alta sensación térmica que varía cada día entre 25 y 35 grados centígrados, con el cielo nublado.

Aunque el sol no logra verse en todo su esplendor, lo extraño es que en el cielo se observa una densa capa de bruma, y aunque muchos esperan lloviznas, estas nunca llegan.

Según el director de la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental (Corponor), Gregorio Angarita, el severo calor se debe a un proceso natural que se llama inversión térmica.

Este fenómeno es una derivación del cambio normal de las propiedades de la atmósfera. Usualmente, corresponde a un incremento de la temperatura con la altura.

Según explicó Angarita, en la noche, el aire es más frío, pero en el día se calienta con el sol y, como hay nubes, queda atrapado y genera el vapor que se visibiliza. Esa nubosidad es conocida como bruma.

Angarita dijo que la Corporación recomienda la siembra de árboles para que con el tiempo se controle el fenómeno y evitar las talas indiscriminadas, para efectos de poder compensar estas situaciones.

Expertos del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) como Juan Camilo Pérez, señalan que se debe a partículas de vapor que, en algunos casos se combinan con otras sólidas como arena y humo, en ocasiones proveniente de incendios.

Según Alberto Rodríguez, comandante de Bomberos de Tibú, el cielo nublado de Cúcuta en parte sería por razón de gases debido a los incendios ocurridos en Catatumbo.

Según el Ideam, cuando hay mayor humedad la sensación térmica es mucho más alta. La inversión térmica hace que el calor aumente y se concentre.  

*La Opinión