La presencia de grupos al margen de la ley en La Conquista era un secreto a voces. Aunque la comunidad se quejaba por tener que pagar algunas cuotas a terceros, nadie se atrevía a denunciar. El silencio y el temor eran la constante.
A voz baja los vecinos se lamentaban de la escasa presencia policial y aseguraban que en los cuatro años que llevaba el asentamiento se sentían desprotegidos y revictimizados, pues más de la mitad de los habitantes de La Conquista fueron víctimas de la guerra.
Pese a este oscuro panorama, los vecinos se las ingeniaron para trabajar mancomunadamente por su asentamiento y empezaron a traer programas y proyectos sociales para contrarrestar la acción delincuencial y generar bienestar a sus familias.
Los vecinos lograron construir su propia red de alcantarillado y la energía eléctrica empezó a ser legal, pero nuevamente la mano criminal opaca sus acciones.
La aparición de grafitis alusivos a la llegada de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia en las paredes de tabla y lonas verdes que tapizan los ranchos hizo que el temor volviera.
A esto se le sumó anuncios de una “limpieza social” y la prohibición del tránsito de personas después de las 9 p.m.
Hace unos 20 días la Policía puso sus ojos en el asentamiento y empezó su intervención a través del Grupo de Operaciones Especiales (Goes) con el fin de devolverle la tranquilidad a La Conquista.
Javier Bayona, presidente de junta, dijo que luego de la intervención policial se siente un ambiente más seguro aunque aún no se puede cantar victoria.
“La Policía está mucho más pendiente de nosotros. Acuden a nuestro llamado de inmediato, ya no se tardan tres o cuatro días en llegar”, dijo el presidente.
Sin embargo, aún quedan unos compromisos pendientes según Bayona. La comunidad sigue esperando el CAI móvil que les prometió la Policía y el centro de denuncias acordado a principios del mes.
“Aún se ven algunos rastros de la delincuencia, pero poco a poco ha ido disminuyendo la zozobra y el temor”, agregó el líder comunitario.
El coronel Jaime Barrera, comandante de la Policía dijo que inicialmente se trabajó en conseguir la confianza de los vecinos porque esta zona era muy complicada porque no había sido intervenida.
“Seguimos generando confianza y eso nos ha permitido y recibir información importante de bandas criminales que están extorsionando en la zona, para hacer su posterior judicialización y captura”, explicó Barrera.
El comandante aseguró que la Policía seguirá custodiando esta zona puesto que se han visto resultados positivos y la gente está conforme con su presencia.
La Opinión