Los relatos y la tradición oral, la lengua, las prácticas curativas y musicales, así como las actividades económicas son los elementos del acervo cultural barí que los integrantes de la comunidad Catalaura-La Gabarra (Tibú) identificaron como perjudicados por la guerra, dentro y fuera del territorio.
Durante las incursiones de grupos armados, revelaron, fueron reclutados jóvenes barí, a quienes se les prohibía hablar su lengua, ir de cacería, e incluso buscar las plantas tradicionales para tratar sus enfermedades.
Así lo dieron a conocer durante un encuentro con la Unidad de Víctimas, territorial Norte de Santander, en el que aprendieron detalles del proceso de reparación colectiva, del cual serán objeto, tras la consolidación de un documento que recogerá la información recopilada que será sujeto a aprobación de la asamblea de la comunidad.
A futuro, el Plan Integral de Reparación de Catalaura incluirá las acciones para reconstruir sus fiestas, danzas, formación organizacional, juegos, vestuarios y demás formas de vida.