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Cúcuta
María Celina, una historia de dolor y esperanza
La joven tiene 24 años, 10 de ellos postrada en una silla de ruedas.
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Eduardo Bautista
Eduardo Bautista
Sábado, 11 de Julio de 2020

María Celina Vargas Villamizar cumplió el 27 de mayo 24 años, 10 de ellos en condición de discapacidad, un tiempo que ha sido de lucha y perseverancia, sin dejar de sonreírle a la vida y sin perder la esperanza de un futuro mejor.

Ella vive con su familia numerosa, hacinada en un rancho de tablas, techo de zinc reciclado y piso de tierra, en el barrio Alfonso Gómez, sector de Cerro Pico, en la vía Cúcuta-El Zulia.

Su doloroso episodio inició a los 13 años, cuando era una escolar y no tenía más preocupaciones que cumplir con sus tareas, jugar con las muñecas que heredaba de sus hermanas mayores, correteando siempre por entre las calles destapadas y polvorientas de este sector de invasión, en el occidente de la ciudad. 

Su salud fue un tanto precaria por cuenta de episodios de asma que por tiempos se agudizaban, como el sufrido la madrugada del 17 de enero de 2010, cuando su mamá Ana  Villamizar Luna se vio en la obligación de llevarla al Policlínico de Atalaya.

Ingresó a ese centro de salud a las 5 de la mañana y allí le hicieron nebulizaciones y los procedimientos requeridos, pero por lo complicado del cuadro clínico la remitieron, hacia las 9 de la mañana, al Hospital Universitario Erasmo Meoz.  

En el servicio de urgencias le hicieron el ingreso, estando ella consciente, siendo atendida por dos enfermeras, una de las cuales le habría inyectado un medicamento que según el relato de su progenitora, le produjo una reacción adversa que requirió la presencia de un médico, quien ordenó llevarla hasta la Unidad de Cuidados Intensivos, porque María había perdido la consciencia y estaba muy grave.

En la UCI permaneció 40 días y al despertar del coma, Ana logró mediante Derecho de Petición el traslado de la paciente a Bogotá en ambulancia aérea, permaneciendo en el Hospital San Carlos un mes, presentando una evolución favorable, donde le retiraron el soporte que tenía para respirar. 

Transcurridos los 30 días en la capital del país, le autorizaron el regreso al Erasmo Meoz, también en una ambulancia aérea, donde la instalaron en una habitación en la que permaneció cuatro meses. 

En total, María Celina estuvo hospitalizada por más de seis meses, que marcaron lo que sería su vida de ahí en adelante, porque tras despertar del coma había perdido la movilidad y el habla, requiriendo en adelante muchas jornadas de terapias para intentar recuperarlas.

En julio de ese año regresó a su rancho, al reencuentro con sus siete hermanos, padres y el abuelo, todos venidos de Salazar de las Palmas, quienes un día llegaron a probar suerte en Cúcuta. 

Significó el encuentro también con su nueva realidad, porque ya no podía correr y gritar como los demás niños del sector, no volvió a la escuela y tenía dificultades para hacer esos divertidos dibujos en sus cuadernos, que siempre la han apasionado. 

Cuando autorizaron la salida, el Hospital Universitario Erasmo Meoz, informó que le brindarían a mi hija una cama hospitalaria y otras cosas, de las cuales solo cumplieron con una silla de ruedas y unas terapias por ocho meses”, dijo Ana  Villamizar Luna.

“Ya se cumplieron 10 años de lo que a mí me ocurrió, pero aún no me acostumbro a la condición de vida que he llevado todo este tiempo, porque ha sido una gran dificultad tanto para  mí como para la familia; somos de escasos recursos, mi papá es vendedor ambulante y apenas gana para medio comer y mis hermanos no tienen trabajo”, dijo María con las dificultades que tiene para hablar.

“Esta situación nos dificulta poder pagar las terapias que le ayuden a recuperar parte de la movilidad y del lenguaje que requiere la niña, el traslado a alguna institución donde la puedan ayudar, así como cubrir los gastos de alimentación, inhaladores, pañales, medicamentos, suplementos alimenticios y un aparato para mejorar la audición”, explicó Ana  Villamizar.

La madre dijo que le pide a la EPS Medimás que le vuelvan a programar las terapias, que le fueron suspendidas hace un año, la atención con especialistas y las medicinas que necesita para mejorar su calidad de vida. 

Una luz, una ayuda

María Celina, en medio de sus dificultades, ha contado con la solidaridad de muchas personas que le han dado fuerzas para continuar y no desfallecer, siempre con la fe intacta y la confianza de algún día recuperar su movilidad plena para valerse por sí misma, sin tener que depender de su mamá hasta para las tareas más elementales, como sus necesidades fisiológicas y aseo personal.

“Entre esos ángeles que han llegado a su vida están los integrantes de la  agrupación musical ‘Los ídolos de la Frontera’, quienes desde que la conocieron han estado ayudándola y presentes en los momentos especiales”, dijo su hermana Victoria Vargas.

Jefferson Mantilla Bautista, el representante de la agrupación, contó que a “María Celina la conocimos por redes sociales, porque siempre publicaba nuestras fotos y videos de los conciertos que hemos tenido con muchos artistas. Nos fijamos en ella porque se identificaba como la fan No. 1 de Los Ídolos de la Frontera, y empezamos a escribirle y a hablar con ella”.

María les dijo que los admiraba desde que vio a Yerson y Elkin Bernal, los artistas de música popular, cantando en la plaza de mercado para ganarse la vida, siguiéndolos desde entonces  por redes sociales. 

“La invitábamos a nuestros conciertos y siempre rechazaba la invitación, y ante nuestra insistencia nos contó la verdad, que no podía ir al tener una limitación física y desde ahí nació un gran sentido de solidaridad por María C que se ha mantenido estos años”, dijo Jefferson.

Fue así como nació la idea entre el manager y los hermanos Bernal de liderar una campaña social, ‘Unidos por María C’, “para ayudarle a que tenga una mejor calidad de vida, contribuir a su rehabilitación física y para volver a verla caminar y en futuro ayudarle a construir una casa digna para su bienestar y el de su familia”.

“Hace un tiempo conocí a Los Ídolos de la Frontera; ellos me han brindado mucho apoyo, han ayudado con mis medicamentos y con mercado, sobretodo en esta situación de confinamiento en la que estamos actualmente por la COVID-19”, dijo María.

“Me gustaría aprovechar este momento para tocar el corazón de las personas de Cúcuta y la frontera y pedirles muy amablemente que si están en la posibilidad de poder brindarle alguna ayuda en alimentos o en efectivo, lo hagan para que esta joven luchadora reciba sus terapias y algún día pueda volver a caminar. Los interesados en colaborar pueden comunicarse a los teléfonos 313 815 2235 – 322 441 4685 – 316 622 5727”, finalizó Jefferson.

Un sueño hecho realidad 

El 27 de mayo de 2020, el día que María Celina cumplió 24 años, se le hizo realidad el sueño de conocer en persona a Los ídolos de la Frontera, la agrupación cucuteña de música popular que le cantó el cumpleaños feliz y otros temas de su repertorio que a ella le gustan, como ‘Estoy bebiendo’, ‘Falsos amigos’, ‘Siete mujeres’, ‘Por qué nos deja’.

Ese día Yerson y Elkin Bernal, y Jefferson Mantilla, le llevaron a María C varios presentes, como ropa, la torta de cumpleaños, chocolates, mercado y una silla de ruedas nueva.

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